MADRID (Reuters) – El candidato socialista a la presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, se reunirá el jueves con el líder de Ciudadanos (C’s), Albert Rivera, y el viernes con el de Podemos, Pablo Iglesias, dentro de la ronda de contactos que comenzará esta tarde en su difícil búsqueda de apoyos para lograr formar gobierno.
El líder socialista, que obtuvo sólo 90 diputados de un total de 350 en las elecciones de diciembre, quiere atraer simultáneamente a Podemos y C's a su proyecto "transversal, progresista y de cambio", pero los vetos cruzados entre ellos dificultan la posibilidad de sumar a ambos.
En esta primera jornada, Sánchez se reunirá con representantes de cuatro grupos minoritarios -Coalición Canaria, Nueva Canaria, Izquierda Unida-Unidad Popular y Compromís-, abriendo una negociación que se anuncia compleja, y para la que Sánchez pidió el miércoles mesura a sus compañeros de partido.
"Cuando veáis desplantes, arrogancia, propuestas inasumibles, os pido que respondamos con respeto, por nuestro partido, por nuestro proyecto y por los millones de españoles que quieren un Partido Socialista que esté a la altura de las circunstancias y que propicie un Gobierno de cambio", dijo Sánchez a diputados y senadores socialistas reunidos en el Congreso.
Tras recibir anoche el encargo del rey de tratar de formar Gobierno e intentar de acabar con el bloqueo político que vive España casi mes y medio después de las elecciones, Sánchez dijo que buscaría el apoyo de las "fuerzas del cambio" para poder ser presidente de un Gobierno alternativo a Mariano Rajoy.
Las consultas durarán al menos un mes y en ellas habrá que superar líneas rojas y desconfianzas mutuas entre varios partidos si se quiere facilitar el inicio de una nueva legislatura y evitar la repetición de elecciones.
"PRINCIPIOS Y GENEROSIDAD"
"Llevamos en la mochila ilusión, responsabilidad, principios, convicciones y generosidad", dijo Sánchez, pidiendo a todas las formaciones políticas dejar atrás los vetos y hablar "de lo que nos une".
Durante su comparecencia, Sánchez no mencionó cuándo se reuniría con los grupos no incluidos en esta primera fase de consultas, como nacionalistas vascos y catalanes y el propio Partido Popular.
Sánchez ha rechazado buscar el apoyo de fuerzas independentistas a su investidura, pero podría necesitar como mínimo su abstención para que los votos negativos no superen a los positivos en un Congreso muy fragmentado.
El líder socialista reiteró las prioridades que llevará a la mesa de negociaciones, lideradas por la creación de empleo, y dijo que pretendía revitalizar la ley de dependencia, recuperar la universalidad de la sanidad pública y aprobar un ingreso mínimo vital para reducir las desigualdades.
Sánchez tiene sobre la mesa una oferta de gobierno de coalición con Podemos, pero el líder socialista ha dejado para el último tramo de la negociación la decisión de si gobernará en solitario o con otras formaciones y no habrá reparto de carteras mientras no haya un pacto sobre un programa común.
El equipo negociador que llevará el día a día de los contactos estará encabezado por el portavoz socialista en el Congreso, Antonio Hernando, y en él también hay nombres como Rodolfo Ares, con experiencia en pactos de legislatura y gobierno en el País Vasco, y Jordi Sevilla, como portavoz económico.
