MADRID (Reuters) – El presidente del Parlamento de Cataluña, Roger Torrent, convocó el martes para el próximo lunes 12 de marzo el pleno de investidura del independentista Jordi Sànchez, que de inmediato pidió salir de la cárcel para colocarse al frente de la Generalitat.
No está claro que Sànchez, en prisión preventiva acusado de sedición, pueda estar presente en la cámara regional la semana próxima, cuando necesitará mayoría absoluta para ser elegido presidente de Cataluña en primera ronda.
Segundo en la lista de la independentista JXC tras el expresidente Carles Puigdemont, el exlíder de la Asamblea Nacional Catalana solicitó al juez Pablo Llarena que le permita abandonar la cárcel de Estremera (Madrid) en la que se encuentra desde octubre.
"El mero hecho de que el Sr. Jordi Sànchez haya sido recientemente proclamado candidato a la Presidencia de la Generalitat de Catalunya es razón de peso suficiente para solicitar de nuevo al Sr. Instructor su puesta en libertad", dijo el escrito de la defensa, al que Reuters tuvo acceso.
Según el texto, su salida de prisión preventiva sería la manera más adecuada de garantizar el respeto a la presunción de inocencia y a sus derechos políticos, "además de preservar el normal funcionamiento de las instituciones catalanas y la plena legitimidad democrática del futuro ejecutivo catalán".
La propuesta de Sànchez como candidato la realizó Torrent el lunes, después de constatar que era el aspirante acordado por las formaciones independentistas JXC y ERC, que habrán de conseguir esta semana el necesario apoyo de los anticapitalistas de la CUP para que Sànchez sea elegido por mayoría absoluta.
En caso de no ser elegido el lunes, se someterá a una segunda votación dos días después, cuando sólo necesitará más votos a favor que en contra en una cámara con mayoría independentista desde los comicios regionales de diciembre.
Pese a la mayoría soberanista en esas elecciones, convocadas por el Gobierno central dentro de la intervención en la región a raíz de la declaración unilateral de independencia, el Parlamento catalán quedó dividido y la formación más votada fue Ciudadanos, defensor de que Cataluña siga siendo parte de España.
Para ganarse el favor de la CUP, JXC y ERC -que han suavizado su discurso secesionista desde la intervención regional- dijeron el lunes que podrían atenderse algunas de los anticapitalistas, que siguen defendiendo una hoja de ruta hacia una república catalana independiente.
