MADRID (Reuters) – El presidente del Gobierno español en funciones, Mariano Rajoy, prolongó el miércoles la incertidumbre política del país al evitar aclarar si acepta las condiciones anticorrupción impuestas por Ciudadanos (C’s) para negociar su investidura ni poner fecha a un eventual debate sobre su reelección.
A pesar de lo apretado del calendario para poder aprobar los presupuestos de 2017 a tiempo y por mucho que C's lo incluyese como un requisito previo imprescindible para iniciar cualquier negociación que pueda acabar con el "sí" a Rajoy, éste eludió fijar un día para la investidura y dijo que antes quería consultarlo con el líder de los socialistas, Pedro Sánchez.
"La responsabilidad no la tiene única y exclusivamente el PP (…) Ciudadanos ha dado un paso, el Partido Socialista de momento no ha dado ninguno, sin ese paso no es posible que la investidura pueda salir adelante", dijo Rajoy tras la reunión de la ejecutiva del Partido Popular que dio luz verde a su negociación con C's.
El líder del PP, que insistió en la "urgencia" de formar Gobierno y señaló que la situación de interinidad después de ocho meses y dos elecciones generales podía tener "consecuencias muy negativas" para la economía del país, tendrá otra oportunidad para despejar la incógnita sobre su eventual investidura el jueves, cuando se reunirá una vez más con el presidente de C's, Albert Rivera.
El partido liberal pareció exasperarse con la falta de definición de Rajoy, mostrando su "sorpresa" por las "no noticias" salidas de la reunión de la ejecutiva del PP y advirtiendo de que si no aceptan sus condiciones el mismo jueves no habrá ni siquiera negociación.
"Si el PP de Rajoy firma pacto anticorrupción y se pone fecha de investidura se abrirá negociación. Si no, bloquearán España por su corrupción", dijo Rivera en su cuenta de Twitter, mientras su portavoz parlamentario, José Manuel Villegas, instaba al presidente del Gobierno en funciones a "mojarse".
Entre las exigencias de C's está la creación de una comisión de investigación sobre el llamado "caso Bárcenas" y la financiación del PP, ya bajo escrutinio judicial, además Del compromiso de apartar a los cargos públicos imputados por corrupción.
PP y C's suman juntos 169 escaños, y aunque consiguieran añadir otro "sí" de Coalición Canaria, seguirían siendo superados por los 180 diputados de todos los demás partidos que han dicho que votarían no, por lo que Rajoy no tendría la mayoría simple necesaria en una eventual segunda votación de investidura.
"NO ES NO" DE SÁNCHEZ
La escenificación del acercamiento del PP a C's trató de acentuar el inmovilismo de los socialistas, cuyo líder, Pedro Sánchez, reapareció el miércoles tras pasar dos semanas fuera del ojo público para reafirmar junto a su equipo y su grupo parlamentario su posición de votar "no" a Rajoy.
Los conservadores confían en que la presión y el fantasma de unas terceras elecciones en un año acaben quebrando la voluntad de los socialistas y lleven aunque sea en el último momento a una abstención que permita la reelección de Rajoy.
Sin embargo, lejos de mostrar señales de ceder, Sánchez calificó el miércoles la comparecencia de Rajoy de "tomadura de pelo" y le instó a fijar un día y una hora para la investidura antes de que acabe la semana.
"Lo que exige es la sumisión de todos los grupos parlamentarios a su propuesta", declaró en una rueda de prensa en el Congreso, añadiendo que "no hay mayor bloqueo que la indefinición" de Rajoy.
Los plazos legales para la formación de un nuevo Gobierno sólo comienzan a correr a partir de la fecha de investidura, cuando arranca el periodo de dos meses en los que si no es posible que un candidato sea investido se disolverían las cámaras y se convocaría automáticamente nuevas elecciones.
