MADRID (Reuters) – Tras meses de retraso, el Gobierno español salvó el miércoles el trámite de aprobación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2018 en el Congreso gracias al Partido Nacionalista Vasco (PNV) que, aunque había exigido a Rajoy levantar la intervención de Cataluña, decidió apoyar las cuentas en el último minuto aludiendo a la “responsabilidad”.
Los conservadores vascos, que en los últimos meses han sido muy críticos con el gobierno central por la intervención del gobierno y las instituciones catalanas, habían pactado el respaldo a las cuentas a cambio de concesiones económicas y del compromiso de devolver las instituciones a Cataluña cuando se formase un nuevo gobierno.
Pero la deriva independentista volvió a complicar el panorama después de que el nuevo presidente de la Generalitat designase un gobierno compuesto por algunos exconsejeros en prisión preventiva y otros líderes huidos de la justicia española. [nL5N1SS2H6]
Esta decisión llevó al gobierno del PP, con el apoyo de los partidos de la oposición PSOE y Ciudadanos a extender la intervención – manteniendo la aplicación del artículo 155 de la Constitución- y el PNV aguardó hasta el último momento para dar a conocer su posición sobre un presupuesto que, de haber sido rechazado, podría haber puesto presión al gobierno para adelantar las elecciones.
Aitor Esteban, portavoz parlamentario del PNV, argumentó que la estabilidad de gobierno que garantiza el presupuesto apoyaría a una retirada de la intervención en Cataluña que consideró "inminente".
"Es cuestión de poco tiempo… Lo digo con conocimiento de causa", indicó Esteban, que no quiso detallar en qué basaba su predicción.
Esteban añadió que la decisión "permite al PNV mantener su capacidad de influencia política" en las políticas adoptadas en Madrid y, a la pregunta de si les pasará factura entre el electorado vasco, se mostró convencido de que "la ciudadanía vasca en su mayoría va a entender perfectamente la decisión".
Con la decisión del PNV, el Partido Popular (sin mayoría absoluta en una cámara baja de 350 escaños) alcanzó por la mínima los apoyos para aprobar las cuentas de este año al contar además con el voto de Ciudadanos y las formaciones canarias con representación parlamentaria.
El texto de los presupuestos pasaría ahora al Senado, donde el PP sí tiene mayoría absoluta. Si la Cámara Alta no los modifica, los presupuestos podrían estar aprobados a finales de junio.
