Luis López, abogado y socio-director de Leynet Consultores, está especializado en derecho aplicado a Internet. Interviene en eventos de emprendimiento para aportar su experiencia y mentorizar a emprendedores. De hecho, recientemente ha participado en Startups Mansion, una aceleradora de Startups que se celebró en Nueva York. Sus prioridades se centran en la formación y concienciación del uso de las redes sociales y mejorar la conciencia social acerca de la publicación de información en la Red. Además, en Leynet Consultores trabajan con proyectos puramente tecnológicos. Tal y como destaca, “uno de nuestros principales esfuerzos se dirige a que las compañías y/o proyectos apliquen el principio de la privacidad en el diseño”.
¿Cuándo se constituyó Leynet Consultores? Origen y objetivo.
El despacho lo fundamos el 13 de abril de 2010 ya que detectamos necesidades en el mercado de tener un asesoramiento específico de nuestros servicios por parte de profesionales cualificados, sobre todo cuando alguien quiere emprender un negocio en el entorno digital. Leynet Consultores forma parte de Leggroup Alliance, que es una unión de reputados profesionales del derecho y la economía para ofrecer servicios de consultoría y estrategia empresarial en el ámbito nacional, lo que nos permite ofrecer y prestar a todos los clientes más y mejores servicios. Actualmente componemos la firma 20 profesionales y ofrecemos servicios de asesoramiento no solo en derecho de nuevas tecnologías y propiedad industrial e intelectual, sino en derecho mercantil, tributario, concursal y deportivo. Desde Leynet Consultores aportamos todo nuestro know-how referente al mundo de la privacidad, internet y emprendimiento. El objetivo que nos marcamos y que poco a poco se ha ido cumpliendo es ser un punto de referencia en el ámbito nacional dentro de nuestro sector.
¿Qué servicios ofrecen? ¿Por qué apuestan por la especialización?
Ofrecemos dos tipos de servicios, uno dirigido a particulares y otro dirigido a empresas. A los particulares les ofrecemos defensa en cuanto a derecho al honor en Internet, ataques contra la propia imagen, suplantación de identidad y el ejercicio del llamado derecho al olvido, que consiste en evitar que la información personal quede perenne en la red. Por otra parte ofrecemos los servicios orientados a empresas, que consisten en el asesoramiento jurídico en materia de propiedad intelectual e industrial, comercio electrónico, telecomunicaciones y privacidad. Y, en caso de ser necesario, la defensa letrada en los tribunales. También nos demandan cada vez más charlas formativas y jornadas de mentorización en aceleradoras de negocio. Apostamos por la especialización porque podemos ofrecer un servicio de gran calidad a todos nuestros clientes para asegurar que los negocios que vayan a llevar a cabo son 100% viables y cuentan con el respaldo y defensa de los mejores profesionales del sector.
¿Qué proyecto destacaría de los que tienen en marcha en relación al mundo digital?
Actualmente, el proyecto que más destacaría es VISUALFY, ya que estamos aplicando todas las nuevas tendencias digitales, desde el Big Data, al Internet de las Cosas, lo que nos permite no sólo mejorar el propio proyecto, sino ofrecer mejoras a un colectivo de personas y poder interrelacionar el proyecto con las Smart Cities.
En relación al "Big Data", ¿qué ventajas competitivas supone para las empresas?
El Big Data se ha convertido en uno de los elementos más competitivos y que más valor añadido aporta a las empresas para poder conocer mejor los propios procesos de la compañía y se está convirtiendo en un elemento diferenciador en varios de sectores, como el de la salud, las Administraciones Públicas o las telecomunicaciones, entre otros. Todas las compañías almacenan y tratan datos, y cada vez mucho más, ya sea desde las propias relaciones de negocios, comerciales, a través de las redes sociales, etc. Y es muy importante saber y poder utilizar esa información para mejorar la compañía y sus productos. En eso consiste el Big Data: el uso masivo de todos los datos que puede recoger la compañía desde todos sus canales.
Por ello, el Big Data aporta cinco grandes ventajas competitivas para las empresas. La primera es la implementación de mejoras tecnológicas que posibilitan la adquisición de datos y permiten descubrir las necesidades y puntos de mejora en la compañía.
La segunda ventaja es que el análisis de los datos puede mejorar sustancialmente la toma de decisiones dentro de una compañía reduciendo al mínimo los riegos. Así, algunas organizaciones ya están optimizando sus decisiones mediante el análisis de datos de clientes o empleados.
En tercer lugar, el Big Data facilita que las compañías evalúen sus productos. Mediante el análisis de datos obtienen información muy valiosa que les permite crear nuevos productos o rediseñar los ya existentes.
La cuarta ventaja es la segmentación de los clientes para personalizar acciones. De esta forma, las empresas pueden orientar sus servicios y satisfacer las necesidades de sus consumidores de forma específica. Y, por último, mejora la accesibilidad y la fluidez de la información dentro de la propia empresa, creando una dinámica de trabajo más rápida y eficaz.
Por tanto, gracias al Big Data podemos aprovechar al máximo la información que almacena la compañía para conocer mejor a los clientes y los propios procesos de la empresa.
¿Qué riesgo de privacidad supone no tener instaladas unas buenas políticas de privacidad?
Los principales problemas que existen por no tener unas buenas políticas de privacidad son los fallos de seguridad y revelación de información. Hemos visto en las últimas noticias el famoso caso de SONY, donde han sido atacados en sus sistemas provocando una filtración de información muy considerable. Pero sin lugar a dudas, uno de los mayores riesgos que supone no tener instaladas unas buenas prácticas de privacidad es perder la confianza de los usuarios y, por tanto, poner en riesgo la viabilidad del negocio.
Por lo que respecta al Internet de las Cosas, ¿en su opinión genera oportunidad de negocio para las empresas?
Sin lugar a dudas. El Internet de las Cosas es una nueva tendencia que cualquier compañía debería tener en cuenta. Los beneficios del Internet de las Cosas son muy claros ya que, por ejemplo, nos ofrece una vida más cómoda en el hogar con elementos como las bombillas Philips HUE, de iluminación inalámbrica, o el hecho de que un frigorífico se conecte con el supermercado y realice la compra cuando no quedan alimentos dentro del electrodoméstico. En beneficios como estos hay oportunidad de negocio para empresas.
¿Por qué conviene que una empresa proteja su marca?
Una marca define una compañía, un proyecto, un producto, un servicio… pero solo con su registro en la Oficina de Patentes y Marcas se obtiene el derecho exclusivo a impedir que terceros comercialicen productos idénticos o similares con la misma marca o utilizando una marca o denominación tan similar que pueda crear confusión.
Con la deslocalización que ofrece internet para trabajar es vital contar con una buena protección de nuestra identidad, por ello se hace fundamental registrar la marca lo que nos permitirá ejercer las acciones legales contra aquellas web que utilicen nuestra marca o nombre y que creen confusión.
¿A qué retos se está enfrentando en estos momentos la Propiedad Intelectual en España?
El 1 de enero de 2015 ha entrado en vigor gran parte de la nueva reforma de la Ley de Propiedad Intelectual, aunque determinados apartados lo harán mucho más tarde. La reforma principalmente viene motivada por la facilidad que ofrece internet para lesionar derechos de autor. Es por ello que uno de los grandes esfuerzos de esta nueva Ley se centra en mitigar y disminuir los portales web que ofrecen enlaces a obras protegidas, tales como películas, libros y música. Para ello se le ha dado unas nuevas competencias a la Sección Segunda de la Comisión de la Propiedad Intelectual posibilitando que pueda suspender dominios, bloquear el acceso y acudir a los proveedores (de publicidad o hosting) por el hecho de almacenar direcciones de otras webs donde se almacene contenido protegido.
