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28/03/2024. 23:11:42

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MANUELA MORENO VERA, SECRETARIA Y BIBLIOTECARIA DEL COLEGIO DE ABOGADOS DE GRANADA

“La de Aranzadi es la base de datos más utilizada tanto por los jóvenes como por los veteranos”

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"Creo sin duda que en estos casi veinticinco años de profesión el cambio ha sido para bien" "Nuestra profesión lleva implícita la servidumbre diaria del estudio" "La biblioteca del Colegio de Abogados de Granada posee un fondo bibliográfico de los más completos"

Hemos tenido el gusto de charlar con Manuela Moreno, Secretaria y Bibliotecaria del Colegio de Abogados de Granada para que nos cuente cómo se ve la profesión desde los libros que más se utilizan, las diferentes dinámicas de jóvenes y mayores y la irrupción del mundo de las herramientas de litigación y jurisprudencia en la abogacía. Veinticinco años de experiencia como abogada y un abundante período en el corazón del Colegio Granadino en el que ha aportado racionalidad y concreción a la hora de incorporar volúmenes a la biblioteca.

Manuela Moreno

¿Qué considera que usted ha aportado en lo profesional y en lo personal a la biblioteca del Colegio de Abogados de Granada?

Me permito una breve reseña histórica al objeto de centrarnos ante qué tipo de biblioteca nos encontramos: es a finales del siglo pasado cuando el Colegio de Abogados se plantea la necesidad  de crear una biblioteca propia de interés para los juristas, y es entonces, y a lo largo de los años, cuando se empieza a adquirir volúmenes, llegando en la actualidad a albergar más de diez mil ejemplares.

La biblioteca del Colegio de Abogados de Granada posee un fondo bibliográfico de los más completos, situándose  dentro de las tres primeras a nivel nacional,  y con el objetivo de seguir en la misma línea desde que entré a formar parte de la Junta de Gobierno del  Colegio de Abogados de Granada, nos hemos concentrado en seguir enriqueciéndola  y en  adaptar la biblioteca a las nuevas exigencias impuestas por las  circunstancias colegiales y sociales que lo exigen, (más Abogados, más servicios, nuevas tecnologías, abundante legislación, etc.). Para ello seguimos como no podía ser de otra manera, con la adquisición de monografías en papel, pues tenemos un alto número de usuarios (diariamente entre treinta y cuarenta compañeros) y también, en la adquisición de nuevas bases de datos.

La biblioteca también esta dotada de una sala de ordenadores con 18 puestos informáticos y cuarenta y seis puestos de lectura, estamos a la última en cuanto bases de datos se refiere, y prueba de ello es el último  contrato suscrito con Thomson Reuters Aranzadi el 11 de febrero de 2013 de una nueva base de datos a mediada para el Colegio de Abogados de Granada, con unas ventajas inmejorables para nuestro colegiados.

Quizás lo que yo he podido aportar, junto con la Junta de Gobierno y el personal que la atiende, ha sido la racionalidad y la concreción a la hora de incorporar volúmenes a la biblioteca; en esta época de crisis, hemos tenido que hacer un esfuerzo, procurando no menoscabar la utilidad profesional de la misma,  dando los servicios que se requieren y a la vez minorando el gasto.

La modernización en cuanto al avance en las nuevas tecnologías, ampliando tanto el número de bases de datos, como el número de licencias con las que hoy cuenta la biblioteca, han sido quizás la nota característica de esta última etapa.

¿Cómo ha cambiado la profesión de abogado desde que usted entro en el Colegio hasta hoy?

Yo me incorporé al Colegio como Letrada en el año 1988. Desde entonces aquí, el cambio ha sido profundo, hemos pasado de la abogacía artesanal a la abogacía empresa, hoy lo que prima son los grandes despachos, las especializaciones.

Los medios tecnológicos que hoy tienen a su alcance los letrados, hacen que en la profesión se vaya más deprisa y con una mayor seguridad. Creo sin duda que en estos casi veinticinco años de profesión el cambio ha sido para bien, hoy somos más profesionales, más técnicos y repito las nuevas tecnologías nos han ayudado a ello.

Usted, como abogada, ¿Qué ha aprendido usted de sus colegas abogados que han frecuentado la biblioteca del Colegio?

Aunque dentro de mis competencias como bibliotecaria no están las de visitar a diario  la biblioteca, sí he de manifestar que lo que se aprende fundamentalmente es que el estudio y la constancia, son pilares necesarios para el ejercicio de esta profesión. No importa el bagaje de cada uno, estamos siempre en esta profesión aprendiendo algo cada día; por lo que el estudio, la preparación y el estar a la última es imprescindible.

El abogado debe ser sobre todo estudioso, para la defensa del asunto que se le encomienda y se requiere por tanto el conocimiento de la norma, de la jurisprudencia aplicable al caso concreto y, cómo no, de la doctrina. Esto principalmente lo he aprendido tanto de mi experiencia  profesional como de mis compañeros a lo largo de mis casi veinticinco años de ejercicio profesional

¿Cómo se ve la crisis desde una biblioteca profesional?

Lógicamente la crisis también ha golpeado a esta profesión, que se tambalea con medidas como las últimas tomadas por el Gobierno. Ahora los despachos han de adaptarse a esta nueva situación, sobre todo con  la contención del gasto corriente: esto hace que sus titulares se contengan a la hora de suscribir nuevas bases de datos y a la adquisición de nuevas de monografías.

Este hecho ha redundado en un mayor uso de las bases de datos que la biblioteca del Colegio pone a disposición de los compañeros, así como de las monografías, revistas y demás textos legales; por lo que si tenemos en cuenta el aumento de compañeros que utilizan actualmente la biblioteca, podremos concluir que la crisis también ha afectado a este colectivo de profesionales, haciéndoles imposible en algunos casos, y más concretamente a los abogados jóvenes, acceder a los instrumentos necesarios para el ejercicio de su profesión por sufrir una minoración en sus ingresos, como consecuencia de la crisis que padecemos.  

¿Se nota diferencia en el tipo de bibliografía que busca un abogado veterano y uno joven?

Sí, el abogado joven busca más el formulario, los modelos de estilo, y legislación, el veterano  generalmente viene buscando monografías sobre temas concretos, jurisprudencia y doctrina.

¿Cómo han asimilado los abogados veteranos la nueva generación de herramientas de litigación comercializadas por Aranzadi?

En la biblioteca hemos contado siempre con un personal especializado que se ha puesto a disposición de los compañeros a la hora del manejo de las bases de datos. Precisamente la de Aranzadi es la base de datos más utilizada tanto por los jóvenes como por los veteranos, haciendo estos últimos un gran esfuerzo y dedicación para la comprensión y el manejo de estas nuevas herramientas, ya que estamos obligados a su utilización al ser las nuevas tecnologías el futuro por el que pasa la abogacía española,  que se adapta a las nuevas necesidades de la sociedad en que vivimos con nuevos requerimientos y demandas:  prueba de ello es la reciente implantación de la oficina judicial .

¿Un abogado que estudia todos los días es un abogado de éxito?

Sin duda alguna el estudio y la constancia son las dos caras de la moneda, nuestra profesión lleva implícita la servidumbre diaria del estudio, que sin duda y a base de constancia nos dará el éxito.

¿Qué consejo quizá un poco delicado ha tenido que dar mas de una vez a los abogados que frecuentaban la biblioteca del Colegio de Abogados de Granada?

Entre  mis competencias como Bibliotecaria del colegio no están las de  asistencia y permanencia diaria a la biblioteca, así que no he tenido que dar consejo alguno a mis compañeros. No obstante a los más jóvenes he procurado siempre inculcarle que  la constancia, el estudio, la preparación y hoy la especialización ya instalada entre nosotros, consecuencia de la permanente ramificación legal, son los instrumentos imprescindibles para un buen ejercicio de la abogacía.

En su opinión, ¿qué obra de tipo profesional no debería faltar en la estantería de cada abogado español?

Hoy en día, como ya he manifestado, la especialización es una de las necesidades de la sociedad en que vivimos, existiendo cada vez más  despachos que se especializa en materias concretas; y es por ello por lo que tenemos que concluir que,  dependiendo de la especialidad, así se necesitaría una obra u otra

Por ejemplo, a un civilista en su estantería no le debería de faltar un buen Código Civil comentado; pero lo que sí es seguro que no debe de faltar en ningún despacho que esté especializado en una u otra materia es una buena base de datos que contenga tanto legislación como jurisprudencia, doctrina, formularios, códigos, etc.

Y, ¿qué obra divulgativa?

Obras que ayuden al abogado, sobre todo jóvenes, al ejercicio de su profesión, como podrían ser las de "Técnicas de Argumentación Jurídica", "Defensa Penal: técnicas argumentativas" ambas de la Editorial Aranzadi, por ejemplo. 

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