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28/03/2024. 12:25:32

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Rafael Navas, nuevo Director General de la Mutualidad de la Abogacía

“La Mutualidad es como un barco con velocidad de crucero cuyo rumbo hay que mantener”

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Legal Today ha tenido el privilegio de entrevistar en los primeros días de toma de responsabilidad a Rafael Navas, nuevo Director General de la Mutualidad de la Abogacía tras haber sido en la casa Director Técnico, Subdirector General y Director General Adjunto. Rafael Navas llegó al mundo de los abogados desde una experiencia técnica como economista auditor en Deloitte y Ernst & Young, que ha modulado y especializado a lo largo de veinte años de trabajo codo a codo y en interés de los abogados como cuerpo profesional en la gestión interna de la Previsión de la Abogacía.

Rafael Navas

La Junta de Gobierno de la Mutualidad le ha elegido a usted como nuevo Director por su perfil técnico. Un economista, actuario de seguros, ¿cómo se desenvuelve entre los Abogados?

Digamos que me defiendo, evidentemente, no he tenido formación jurídica en mis inicios, pero después de 22 años en la Mutualidad he aprendido mucho de las relaciones jurídicas de los abogados, sobre todo en lo referente a seguros y previsión social.

Los tiempos que se avecinan en el sector de seguros pasan por que los clientes, en este caso los mutualistas, con independencia de si la Mutualidad puede dar más o menos rentabilidad, se valore la solvencia de la entidad, sobre todo en estos tiempos donde existe un cierto descrédito de todo lo que suena a gestión financiera y bancaria.

La solvencia es uno de los pilares fundamentales en el que se apoya la Mutualidad, en transmitir confianza y seguridad hacia sus mutualistas, y en esto creo que puedo contribuir bastante gracias a mis conocimientos actuariales, los adquiridos de la propia entidad y del sector de seguros en general. 

Leemos que usted fue al artífice actuarial de la transformación realizada por la Mutualidad en 2005, desde el sistema de capitalización colectiva al de capitalización individual. ¿A qué responde esta transformación?

La Mutualidad estaba funcionando en un sistema de capitalización colectiva, donde no existían los derechos económicos, sino simples expectativas de derechos, y las propias normas aseguradoras obligaban un cambio de sistema. Bien es cierto, que para ello había un plazo de adaptación, que finalizaba, precisamente en 2013.

En 2005, la Mutualidad anticipándose a este plazo legal, optó por un sistema de capitalización individual en donde cada mutualista cambiara esas expectativas de derechos, en derechos económicos reales, donde cada uno tuviera asignado su propia "mochila" económica  individual. Lo difícil en estos casos fue asignar equitativamente a cada mutualista un importe económico, desde una bolsa común, para no mermar ninguna expectativa.

Tengo que reconocer que la trasformación fue un éxito rotundo, un cambio de rumbo fundamental y la base de la actual marcha de la Mutualidad. Para ello se realizó además de un esfuerzo técnico para el desarrollo de un nuevo sistema, un esfuerzo informativo de la Entidad hacia sus mutualistas, fueron meses muy duros, viajando por todos los Colegios, desde los propios miembros de la Junta de Gobierno al personal de la Entidad.


¿Cuál va a ser su programa de actuación en su mandato?

La Mutualidad es como un barco con velocidad de crucero cuyo rumbo hay que mantener. Aprovecharemos su impulso para mejorar su crecimiento económico y el número de mutualistas, basando siempre la gestión en los principios de responsabilidad y prudencia en las inversiones, para asegurar los resultados comprometidos con los mutualistas.

Mi prioridad en el futuro inmediato es que todo lo que funciona bien es mejorable, pero no hay que realizar cambios bruscos que puedan desviar el rumbo en una dirección equivocada. 

Usted ha señalado que va a tratar de reforzar las señas de identidad de la Mutualidad. ¿De qué manera?

Las señas de identidad a las que te refieres, son las ya mencionadas en otras ocasiones como la transparencia, una buena rentabilidad, unos gastos reducidos, y mayor solvencia. Pero todas estas señas están arropadas por una seña de identidad que hace a la Mutualidad ser única comparándonos  con otros instrumentos de previsión, como es la independencia, el no tener más dueños que nuestros mutualistas, donde nadie, salvo la normativa que nos regula, nos indica hacia donde tenemos que ir ni donde tenemos que invertir.

Es muy importante ser independientes en la toma de decisiones, sobre todo en la inversión en activos, eso nos permite elegir la mejor opción de entre las ofertadas sin que existan vinculaciones con las inversiones que se realizan.

La forma de reforzar estas señas de identidad es seguir manteniendo la política seguida hasta ahora, eso si, sin olvidar que todo es mejorable y hay que seguir trabajando en todos aquellos aspectos que sean susceptibles de mejora.

Al cierre del tercer trimestre de 2013, la Mutualidad de la Abogacía gestiona fondos por valor de más de 4.000 millones de euros y cuenta con más de 172.000 mutualistas pertenecientes al mundo jurídico, su entorno profesional y el de sus familias. ¿Qué le dicen estos números?

Sobre todo me indican que asumo una gran responsabilidad. Los más de 4.000 millones de ahorro que gestiona la Mutualidad es el ahorro de los más de 170.000 mutualistas, y entre ellos, aproximadamente la mitad, están los abogados por cuenta propia que cuentan con la Mutualidad como único sistema de previsión, por lo que nuestras políticas de inversión en activos tienen que estar basadas en la máxima prudencia.

Hasta ahora la Mutualidad, siempre ha seguido estos criterios en las inversiones y mi función está en seguir por este camino, estar en la  línea de ofrecer rentabilidades estables en el tiempo, frente a la posibilidad de obtener mejores rentabilidades invirtiendo en activos con más riesgo.

¿Cuál debería ser el siguiente paso de calidad en la estructura o fines de la Mutualidad de la Abogacía?

Todavía queda mucho camino que recorrer para llegar a comunicar a los mutualistas todo lo que le ofrece la Mutualidad. Para mejorar la calidad de nuestros servicios tenemos que ampliar la información de cuáles son sus necesidades y qué es lo que esperan de nosotros. A partir de ahí estaremos en disposición de mejorar nuestra estructura, sobre la que me pregunta.

Para ello, ya estamos trabajando, y al finalizar los resultados podremos tener el fin al que hay que dirigir la Mutualidad. Este es uno de los objetivos que nos hemos marcado a corto plazo.  

¿Por qué debe pertenecer un abogado a la Mutualidad?

La Mutualidad está diseñada actualmente no solo para los profesionales que actúan por cuenta propia, donde la Mutualidad es su alternativa al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos, sino para poder ofrecer todas las modalidades de previsión que existen en el mercado. De esta forma todos los abogados pueden utilizar la Mutualidad como un instrumento de previsión complementario al igual que existen los planes de pensiones, PPA, PIAS. Planes de jubilación, e incluso ya estamos trabajando en el diseño de un plan Universal de empresas que además pueda cubrir las necesidades de previsión complementaria de despachos para socios o empleados.

La Mutualidad está  gestionada por los propios abogados, la Junta de Gobierno la forman abogados elegidos por la propia Asamblea General de la Mutualidad, lo que hace que no tengamos ninguna vinculación con terceros para tomar decisiones, y este es un activo que otros instrumentos de previsión no tienen. 

Qué diferencia hay con la Seguridad Social en cuanto al cobro de la futura pensión o invalidez y a la asistencia sanitaria?

La verdad es que no es el mejor momento para hablar de la Seguridad Social en el tema de pensiones y de asistencia sanitaria, como consecuencia de que estamos en un período de recortes y ajustes económicos.

El problema de los Sistemas de previsión, como la Seguridad Social, basados en sistemas de reparto, dependen de la evolución demográfica de la población que tiene que soportar las costes de las pensiones es que desgraciadamente estamos en crisis de nacimientos, demográficamente hablando, por lo que la población tiende progresivamente al envejecimiento, lo que hace muy difícil el sostenimiento del Sistema.

En la Mutualidad es todo lo contrario: la jubilación depende de cada mutualista y de cómo quiera hacerse su traje a medida. Desde la Mutualidad, lo que haremos será administrar sus fondos de la mejor manera posible para que al llegar el momento de la jubilación pueda tener los fondos suficientes para que disponga de la mejor jubilación posible. Mientras también le habremos cubierto los riesgos de incapacidad y fallecimiento, en caso de que por circunstancias de la vida no pueda devengar la jubilación.

En cuanto a la asistencia sanitaria, la Mutualidad junto con el Consejo General de la Abogacía Española ha luchado durante años por conseguir asistencia sanitaria pública gratuita para todos los abogados. Se trataba de una cuestión de justicia, al estar financiada por los impuestos de todos los ciudadanos, entre los que se encontraban también los abogados que no estaban incluidos en los sistemas públicos de previsión.

Esta cuestión, se ha resuelto favorablemente a partir de agosto de 2012, quedando pendiente de inclusión un colectivo con rentas superiores a 100.000 euros, y al que se consideramos  discriminatoria su exclusión, por lo que la Mutualidad seguirá luchando para que todos los abogados tengan derecho a la  asistencia sanitaria pública como el resto de ciudadanos.

Antes de este nombramiento usted desempeñaba en la Mutualidad la función de Dirección General Adjunto. ¿En qué cambiará su día a día?

Desde el año 2006, y sobre todo en este último año, que he estado asistiendo a las reuniones de los Órganos de Gobierno de la Mutualidad, ya he participado activamente en la gestión de la entidad, si bien es cierto que a partir de ahora la toma de decisiones recaerá directamente en mi persona.

Soy consciente de que hasta ahora he hecho una labor de despacho, y que a partir de ahora mis colaboradores me tendrán que sustituir en esta faceta, y yo dedicar mi tiempo a coordinar y a reforzar las relaciones con otras instituciones, especialmente con los Colegios de Abogados, que son nuestros representantes ante los abogados en todo el territorio del Estado. Considero que esta dedicación es muy importante para la Mutualidad y es mi intención reforzarla para que nos conozcan más y mejor.

Antes de la incorporación a la Mutualidad usted prestó sus servicios en Deloitte y Ernst & Young como auditor. Desde el punto de vista biográfico, de la experiencia, ¿cómo vivió este cambio de ritmo de trabajo?

Estamos hablando de finales de los 80 y principios de los 90, donde me sirvió para iniciar mi actividad profesional. Es cierto que en este tipo de trabajo como es la auditoria, el ritmo de trabajo es muy alto porque se está siempre sometido al cumplimiento de los plazos, pero también es una forma de almacenar rápidamente conocimientos, como consecuencia de las distintas entidades y estructuras en las que tienes que trabajar.

Actualmente las empresas auditoras están estructuradas por departamentos especializados en distintos ramos de negocio (financiero, seguros, industrial, etc.). En mis principios, lo mismo había que auditar una aseguradora, como el antiguo Fenix,  o una que fabricaba tractores, como Jhon Dere, y esto aunque no te especializaba, te daba una visión variada y muy amplia de los distintos negocios.

Yo empecé en la Mutualidad, con la ventaja de haberla auditado y por tanto tener un amplio conocimiento de la misma, por lo que me fue fácil adaptarme, y que los demás se adaptaran a mi, porque si que es cierto, que cuando entras en una empresa desde la auditoria  todo lo quieres acabar en el día.

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