Cuando terminas la Carrera de Derecho lo primero que te dicen es que tienes que hacer un Máster y pasar el examen de Abogacía para poder ejercer, te lo planteas como un nuevo reto para hacer lo que te gusta, que es ejercer la abogacía. Ahora que ya he terminado mi Máster y aprobado mi examen me queda otro paso más que es obligatorio para poder ejercer y es darse de alta como colegiado en el Colegio de Abogados.
En principio no sabía cuál era el objeto de este paso, por ello me decidí a preguntar al Letrado del Ilustre Colegio de Abogados de Málaga Don Pedro Mª Albarracín Villodres, para que me explicase para qué sirve el Colegio de Abogados.
Tras una mañana ajetreada me recibe en su despacho,
P: Buenos días, voy a colegiarme en breve y me gustaría que me orientase acerca de las funciones del Colegio de Abogados.
R: El Colegio de Abogados defiende y representa el ejercicio de la profesión, garantiza la formación permanente, ejerce el control deontológico y la aplicación del régimen disciplinario en defensa de los ciudadanos y de la propia profesión, organiza los Turnos y Servicios de Asistencia Jurídica Gratuita, tratando de garantizar que dicho servicio sea de calidad y se preste por Abogados y Abogadas especializados, con experiencia y formación.
P: ¿Cuánto tiempo lleva colegiado, y que te ha aportado?
R: Actualmente llevo tres años colegiado. Para el día a día del colegiado que ejerce individualmente la profesión, el Colegio en sí presta básicamente un buen servicio de biblioteca, un buen servicio de bases de datos jurídicas y la asistencia a numerosas charlas y ponencias formativas a coste prácticamente cero o muy reducido para los colegiados de menos de tres años.
P: Entonces, ¿cree que lo que se invierte en el colegio de abogados posteriormente revierte en los colegiados?
R: Realmente no, considero que quizás existe una estructura de personal y mantenimiento en infraestructuras elevada y gran parte de los fondos se destina al mantenimiento de ellos. Pienso que el colegiado soporta en sus cuotas unos gastos desproporcionados con respecto a lo que recibimos los letrados del colegio. Ya que necesitamos que nos proporcionen más medios y apoyos en el ejercicio diario de la profesión, y no sólo con Seminarios quizás otro tipo de actuaciones.
No obstante, decir que nuestro colegio de abogados no presta un mal servicio, aunque cuando me colegié y acudí a la sede del colegio pude comprobar el impresionante edificio donde tiene su sede, y lo primero que pensé, y que en la actualidad sigo pensando, es que para un colegio profesional no es necesario un edificio de ese calibre, puesto que somos los propios colegiados quienes tenemos que soportar sus gastos; si a ello unimos el sitio donde está ubicado no es el más cercano a nuestro lugar cotidiano de trabajo, que debería ser junto a la ciudad de la Justicia.
Muchas gracias por su atención, me ha quedado mucho más claro la función del Ilustre Colegio de Abogados, y que para poder ejercer tenemos que colegiarnos.
