Un año más, y van cuatro ediciones, la Asociación de Comunicadores e Informadores Jurídicos (ACIJUR) entregó los Premios `Puñetas´. Unos galardones que cuentan con el patrocinio de Thomson Reuters Aranzadi y que reconocen anualmente la labor de quienes, desde distintos estamentos jurídicos, realizan una labor sobresaliente en el mundo del Derecho y la Justicia. La sede de la Asociación de la Prensa de Madrid acogió una ceremonia de entrega que estuvo marcada por la emotividad y el buen humor.
Francisco Pérez de los Cobos, presidente del Tribunal Constitucional; Carmen Sánchez-Cortes, secretaria de Estado de Justicia; el presidente de la Audiencia Nacional, José Ramón Navarro; y el presidente del Consejo General de Procuradores de España, Juan Carlos Estévez fueron los encargados de entregar los premios a los galardonados.
El premio `Puñetas de Oro´ fue a parar a manos de las mujeres en la Justicia, en reconocimiento al esfuerzo que tienen que hacer para ocupar cargos de relevancia, demostrando méritos muy superiores a los de los hombres. En su nombre, recogió el premio Adela Asúa, vicepresidenta del Tribunal Constitucional, que fue acompañada en el estrado por un grupo de prestigiosas mujeres juristas.
El Premio Puñetas de Plata lo recibió Antonio Garrigues Walker, por su aportación al mundo jurídico español, mientras que el reconocimiento `Puñetas de Bronce´ fue para la Agencia Española de Protección de Datos, por su labor para conciliar la tecnología con la preservación de los derechos y las libertades individuales. Su director, José Luis Rodríguez, fue el encargado de recoger el premio.
El magistrado Juan Luis Ibarra, presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, recibió el premio `Puñetas Periféricas´, por su independencia frente los poderes públicos en defensa de la sociedad civil, así como por su labor en la armonización del derecho con los ciudadanos y en la erradicación del terrorismo.
Como broche final, llegó el turno del premio irónico: el premio `Vete a hacer puñetas´. Con dosis de buen humor y reivindicación, un actor simulando un preso cargado de billetes recogió el peculiar reconocimiento.
