La reacción generalizada en medios judiciales tras conocerse los nuevos vocales que PP, PSOE y nacionalistas han propuesto para el Consejo General del Poder Judicial es de sorpresa. El PSOE y el PP, a través de unas negociaciones que se mantuvieron abiertas hasta el último minuto y ahora continúan para consensuar el nuevo presidente, han apostado por un órgano de gobierno de los jueces con un marcado perfil político.
Con este acuerdo terminan dos años de bloqueo, pero se acentúan, más si cabe, las adherencias políticas. Sólo se han elegido jueces afiliados a las asociaciones mayoritarias, y no hay ningún magistrado independiente. Además, ha trascendido que las decisiones se han tomado entre un grupo muy compacto de políticos de uno y otro color que no han admitido ningún tipo de sugerencia.
La lista que se ha hecho pública ayer es más paritaria, al incluir a siete mujeres en lugar de las dos que había antes. Han llamado la atención algunos nombres que no se preveían, como el catedrático de derecho procesal José Manuel Gómez Benítez, o el magistrado de la Audiencia de Gerona Carles Cruz, de Jueces para la Democracia; y el exconsejero de Justicia de Valencia, Fernando de la Rosa. Además, ha sorprendido, aunque se preveía su nombramiento, el que se haya integrado a la magistrada Margarita Robles, quien tuvo un cargo político en el último Gobierno de Felipe González.
El PSOE, por otro lado, finalmente desechó la candidatura de José María Fernández Seijo, uno los miembros más valorados de Jueces para la Democracia, quien mantiene desde hace tiempo discrepancias con un antiguo miembro de esta asociación. El negociador socialista y portavoz parlamentario José Antonio Alonso, fue miembro de Jueces para la Democracia cuando ejercía como magistrado.
El resto de su propuesta está integrado por tres miembros de Jueces para la Democracia y uno de la Francisco de Vitoria, colectivo que ha obtenido un solo vocal, Manuel Torres Vela, pese a que -según su portavoz, Lorenzo del Río-, el PSOE y el PP les aseguraron que su asociación estaría "dignamente representada".
En la lista del Partido Popular destaca tanto la no presencia de magistrados del Supremo, cosa que deja en el aire la elección del vicepresidente, cargo que tradicionalmente ocupa un juez del alto tribunal, como el hecho de que los magistrados no sean miembros destacados de la Asociación Profesional de la Magistratura.
Además, fuentes judiciales han subrayado que la composición de las listas de los nuevos vocales pone en duda el papel del ministro de Justicia, ya que, aparentemente, sus propuestas habrían caído en saco roto.
La incógnita, por otro lado, se sigue manteniendo sobre la elección del presidente; aunque todo indica que el elegido será de perfil socialista. Hoy por hoy, además, la composición del renovado Consejo le hace, tal y como está con las listas hechas públicas ayer, prácticamente ingobernable, ya que se da un empate entre conservadores y progresistas, que han de "desbloquear" los vocales elegidos a propuesta del PNV y de CiU.
