En casi todas las hipotecas existe una comisión de apertura a abonar en el momento de constituir el préstamo hipotecario. A efectos prácticos, la comisión de apertura suele ser entre el 0,5% y el 1% del capital total prestado, por lo que éstas suelen oscilar entre los 1.200-3.000 euros, dependiendo del importe de la hipoteca. No obstante, la comisión de apertura de la hipoteca, en ciertos casos, puede ser considerada abusiva. Existen sentencias que así la han declarado al considerar que realmente no corresponden a ningún servicio efectivo de la entidad y, por supuesto, no suponen un negocio diferenciado al préstamo en sí solicitado.
En este sentido, desde
hace unos meses la comisión de apertura está siendo combatida por los
Tribunales, quienes declaran su nulidad y proceden a la devolución de las
cantidades a favor de los clientes por considerar que se trata de una cláusula
abusiva del calibre de las cláusulas suelo o los gastos hipotecarios. Es
precisamente por la falta de transparencia y abuso que las recientes
resoluciones anulan la cláusula y proceden a la devolución de lo cobrado a los
clientes por la aplicación de esta comisión, la cual los consumidores asumían a
la hora de pedir un préstamo hipotecario sin negociación alguna de su
contenido. Así, las entidades bancarias han acabado siendo condenadas a la
devolución a favor del cliente de los importes cobrados por dicho concepto, más
los intereses legales correspondientes.
Hasta la fecha se han pronunciado muchos y diversos Juzgados y Tribunales
acerca de la nulidad de la comisión de apertura, destacando el Juzgado
especializado de Barcelona (JPI 50) en su Sentencia nº 304/2017; la Audiencia
Provincial de Asturias (Sección 6ª), Sentencia 2-02-2018; y la Audiencia
Provincial de Zaragoza (Sección 5ª), Auto 5.01.2017. Todas tienen en común que
la entidad bancaria no justificó a qué correspondía dicha cantidad abonada en
concepto de comisión de apertura, a qué servicios efectivos prestados se
refería, ni el coste concreto de los mismos. En cambio, establece una cuantía
sin justificación dependiendo del capital prestado y no a los servicios que
presta en cada préstamo concreto. Esto genera un desequilibrio en derechos y
obligaciones entre las partes en perjuicio del consumidor.
"Es importante destacar
que no todos los casos son considerados de esta forma, y que una comisión de
apertura no siempre será declarada como abusiva. Lo que primero deberá
estudiarse es si se trata de una cláusula nula por haber cobrado una comisión
por un servicio que no se prestó. De esta forma, el banco deberá acreditar que
previo a la firma del préstamo realizó un estudio de riesgo, tanto del cliente como
de la operación financiera", indica Estel Romero, abogada especialista en Derecho Bancario
de Sanahuja Miranda.
Así, en el caso en el que el banco pueda acreditar que realizó esa actividad
previa, lo más probable es que se pierda el juicio. Por esta misma razón es de
suma importancia que antes de proceder, se realice un estudio de cada caso.
Solo así será posible analizar las posibilidades de éxito de cada reclamación
de la comisión de apertura.