LegalToday

Por y para profesionales del Derecho

Portal jurídico de Aranzadi, por y para profesionales del Derecho

20/04/2024. 07:44:13

LegalToday

Por y para profesionales del Derecho

Blog Manual Interno de Gestión

Abrir unos cajones y cerrar otros: cómo acabar con la dispersión de abogado

Abogado. Experto en habilidades profesionales
@oscarleon_abog
Decano del Ilustre Colegio de Abogados de Sevilla

Napoleón Bonaparte tenía en poca estima a los abogados. Da fe de ello su frase “Interpretar la ley es corromperla. Los abogados la matan“, la cual no requiere proceso teleológico alguno para conocer sus intenciones y el escaso afecto que nos profesaba. No obstante, a pesar de ello tenemos mucho que agradecerle los juristas, pues con independencia de la parte que le toca en la gestación del Código Civil Napoleónico de 1804 (de clara influencia en el proceso de codificación español), Napoleón nos dejó un pensamiento que hoy vamos a hacer nuestro y sacarle el máximo partido en beneficio de nuestra práctica profesional.

Cajones de color verde

"Cerrar unos cajones para abrir otros"

¿Cómo?, ¿pero esto que tiene que ver con los abogados? Os diréis.

Vayamos por partes.

Uno de los elementos que definen al abogado es su implicación constante en numerosos frentes que le exigen una respuesta o decisión inmediata: revisión de expedientes, examen de documentos judiciales, redacción de escritos, preparación y asistencia a actos judiciales, dar consejo legal al cliente, asistirlo en una operación comercial o en una negociación, etc., constituyen ejemplos más que elocuentes de la faceta "multitareas" que preside nuestro trabajo. Precisamente debido a este laberinto de actividades, los abogados nos caracterizamos por mantener, especialmente durante nuestro trabajo, un estado de preocupación permanente por el desarrollo de nuestros asuntos, plazos, vencimientos, agendas complicadas y un sinfín de circunstancias que todos conocemos.

Sentada esta premisa, podemos afirmar que la primera consecuencia de este escenario no es otra que la aparición, en mayor o menor medida, de la falta de concentración al realizar nuestro trabajo fruto de la dispersión reinante. Quizás nos hayamos acostumbrado a ello y lo veamos como algo normal, pero lo cierto y verdad es que los abogados tenemos una clara tendencia a la desconcentración, lo cual siempre será un elemento distorsionador responsable directo de nuestra falta de atención, rendimiento, productividad y, en última instancia, estrés.

¿Qué hacemos pues? Porque lo de abrir y cerrar cajones sigo sin entenderlo…

Lo explico. Napoleón emprendía y llevaba a cabo múltiples actividades, y solía concluirlas con éxito. Su secreto, "cerrar unos cajones para abrir otros", o lo que es lo mismo, se desinteresaba completamente de aquellos asuntos que no se encontraban bajo el foco de su atención, concentrándose sin reservas en aquello que tenía entre manos. ¿Sencillo, no? pues así de fácil: concentración en la tarea que estamos llevando a cabo y abandono absoluto respecto de las restantes actividades.

Dicho así, esto puede parecer una simpleza, pues todos sabemos que así es como deben hacerse las cosas. Sin embargo, convengamos en que a la hora de centrarnos en la tarea solemos perder la concentración rápidamente:

  • Mientras estudias un asunto vas y picas para ver los últimos correos.
  • Estás redactando una demanda, te pasan llamadas y, las atiendes.
  • Preparas un juicio y tu socio te pide que te reúnas un momento y vas, y lo haces.
  • Parece que estás elaborando un informe, pero estás pensando en esos honorarios que te deben y te vendrían de lujo para este mes…

Por ello, cuando nos encontremos en el despacho trabajando sobre algún asunto, hemos de estar completamente focalizados en el objeto de nuestro trabajo, viviendo al máximo nuestra experiencia y tratando de extraer el máximo provecho de la misma. Esto exige desterrar toda opción de actuar a modo multitareas (al que somos tan proclives), saber gestionar las interrupciones y hábitos perniciosos y procurarnos los oportunos descansos para incrementar nuestra productividad.

Los beneficios de concentrarnos son numerosos, pues una mente atenta es precisa, penetrante, equilibrada y clara, ya que ésta nos da el tiempo necesario para evitar patrones negativos de pensamiento y de conducta, así como cultivar patrones positivos, lo que generará energía, entusiasmo y motivación mientras trabajamos.  Igualmente, la concentración nos ayuda a disponer de una visión interna clara y sin distorsiones acerca de cómo son realmente las cosas, lo que nos permitirá alcanzar un alto nivel de rendimiento y productividad. Finalmente, el desarrollo de un estado de concentración nos ayudará a reducir el estrés y, no lo olvidemos, ahorraremos tiempo que podremos dedicar a otros asuntos.

Por el contrario, se estima que la tendencia a empezar y dejar la tarea, volver a ella, volver a comenzarla y dejarla de nuevo puede aumentar el tiempo necesario para completarla hasta en un 500 por ciento, pues el regreso a la tarea supone un enorme gasto de energía para desarrollar el impulso y recuperar el ritmo.

Por lo tanto, acabemos con la dispersión que nos suele acompañar y una vez decidido el curso de acción, sigamos en consejo de Bonaparte y cerremos todos los cajones menos uno. Lo demás, ya sabéis cómo hacerlo.

Encuentra este y otros artículos del autor en su página web y conoce sus obras en la página e-autor.

Valora este contenido.

Puntuación:

Sé el primero en puntuar este contenido.

Blog

Logo Manual Interno

Te recomiendo

Verdaderamente ilusionados, Óscar Fernández León y Eduardo Olarte Soto, lanzamos este blog cuya finalidad es ofrecer a todos los profesionales del derecho una visión práctica de los aspectos esenciales de la dirección, gestión y organización de los despachos profesionales, con base en la experiencia profesional adquirida a través de nuestra firma.

Acorde con la denominación que hemos escogido para el blog, "Manual Interno", a través de este diario pretendemos difundir, como si del Manual Interno de nuestra firma se tratara,  las prácticas más habituales en la gestión, que conforman y dan homogeneidad a la identidad de los despachos profesionales, convirtiéndolos así en una entidad diferenciada de los profesionales que lo dirigen.

Comenzamos esta etapa con el deseo de que con vuestros comentarios y sugerencias nos ayuden a encontrar nuevas perspectivas e iniciativas a implementar en un sector en proceso de evolución continúa.