En nuestro último post tratamos sobre la visión, o lo que es lo mismo, la importancia que tiene para todo abogado visualizar como será su despacho en el futuro. Hoy, vamos a examinar la misión del despacho de abogados.
La misión, como la visión, es un concepto vinculado a la dirección estratégica del despacho. En tal sentido, y siguiendo a A.D. Chandler (1962), "la estrategia es la determinación de los objetivos y metas de carácter básico de una empresa y la adopción de los cursos de acción y la asignación de recursos que resultan necesarios para llevar a cabo dichas metas". Dando un paso más, podríamos dividir la dirección estratégica en planificación (identificación y selección de los objetivos y líneas de actuación de la empresa) y estrategia (decisiones y acciones que se adoptan para ayudar a conseguir los objetivos).
Pues bien, la elaboración de la misión del despacho, en unión de la determinación de los grandes objetivos del mismo, constituye la etapa fundamental de la planificación.
Pero, ¿Qué es la misión?
La misión es una declaración formal del despacho en la que se recoge el objetivo o propósito último de nuestra organización, reflejando de forma general nuestra esencia (quienes somos), y considerando distintas variables como los servicios que ofrecemos (que hacemos); las necesidades de los clientes que se pretenden satisfacer (a quien van destinados nuestros esfuerzos); y las ventajas estratégicas o diferencias con la competencia (nuestro factor diferencial).
Por lo tanto, a través de la misión, se trata de identificar tanto los servicios que prestamos como a nuestros clientes, a la vez que permite distinguirnos de nuestros competidores.
Entre las características de la misión podemos destacar las siguientes:
- Generalmente, su definición es cometido del titular del despacho o del administrador o consejero delegado de los despachos con formas societarias.
- Por su identificación con la personalidad y filosofía de la empresa, la misión debe ser conocida por todos los miembros de la organización, sirviendo de cohesión a los mismos.
- La misión debe recoger un propósito ambicioso, con el fin de obligar a una mejora constante del rendimiento de todos los integrantes del despacho, si bien dicho reto debe ser realista, de lo que se deriva que deberá considerar los recursos disponibles.
- Es un proyecto a largo plazo y estable en el tiempo.
- Es un concepto dinámico que debe evolucionar con la organización.
- La misión no puede confundirse con el "lema" de la empresa, ya que el lema no proyecta algo permanente y duradero, sino el enunciado de un principio actual.
Una vez definida la misión, comenzará la segunda etapa del proceso estratégico, es decir, la formulación de la estrategia que permita llevar a cabo la misión y con ello alcanzar los grandes objetivos.
Para concluir, citamos un ejemplo de declaración de visión y de misión:
Visión: "Llegar a ser uno de los despachos de referencia en la Comunidad Autónoma de ….en derecho de los negocios, disponiendo de profesionales de reconocido prestigio y de una clientela formada, fundamentalmente, por empresas extranjeras que operen en nuestra Comunidad"
Misión: "Lograr formar un despacho con un excelente sistema de gestión y organización empresarial, dotado de profesionales de reconocida experiencia y con habilidades en derecho internacional de los negocios y conocimiento de idiomas , que den al despacho prestigio a nivel nacional e internacional, para que las empresas extranjeras con intereses en nuestra Comunidad contraten nuestros servicios"
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