Mucho se habla acerca de la orden judicial que Twitter ha recibido de un Tribunal norteamericano en el que se le ordena la entrega de ciertos tweets de la cuenta de un tuitero activista del movimiento “Occupy”. Al margen de consideraciones éticas o morales, ¿está legalmente obligado Twitter, conforme a la legislación vigente, a entregar los tweets?
El origen de la orden a Twitter: una resolución judicial.
Todo este jaleo proviene de un procedimiento judicial abierto en New York contra un activista del movimiento Occupy detenido en una manifestación en el puente de Brooklyn.
La defensa de dicho activista, de nombre Malcolm Harris, mantiene que la policía engañó a los manifestantes conduciéndolos al puente de Brooklyn con la intención, una vez llegado a dicho punto, de detenerlos por obstrucción del tráfico, de lo que se derivaría la falta de responsabilidad del Sr. Harris.
No obstante, la fiscalía sostiene, contra dicho argumento, que el activista miente, lo cual puede acreditarse mediante ciertos tweets que publicó en su cuenta de Twitter, convenientemente borrada (casualidad o causalidad?)
Dentro de dicho juicio, el juez, valoradas las circunstancias concurrentes, resolvió a favor de la petición de la fiscalía y ordenó a Twitter a entregar los citados tweets.
La reacción de Twitter: oposición inicial.
Durante más de dos meses, Twitter se ha venido negando a la entrega de dichos tweets sobre la base de que los mismos se encuentran amparados tanto por la libertad de expresión como el derecho de privacidad que tienen sus usuarios, máxime cuando la cuenta fue previamente cerrada.
La entrega de los tweets solicitados judicialmente supondría una clara infracción de tales derechos, circunstancia a la que Twitter se negaba… y decimos se negaba porque, finalmente, la red social de microblogging ha terminado cediendo a la petición judicial.
Twitter está obligada a entregar los tweets de sus usuarios según sus condiciones legales.
Dadas las circunstancias, diríamos que sí, que efectivamente se encuentra obligada por una serie de argumentos derivados de las propias condiciones legales de Twitter:
- Usted solamente puede utilizar los Servicios si dispone de capacidad para contratar con Twitter y no ha sido incapacitado para que se le presten servicios de acuerdo con la normativa aplicable en Estados Unidos o en cualquier otro país".
- El Contenido que usted envíe, muestre o reproduzca podrá ser visto por otros usuarios de los Servicios y a través de páginas web o servicios de terceros".
- Usted es el único responsable por el uso que pueda dar a los Servicios, por todo Contenido que usted reproduzca a través de los Servicios y por cualquier consecuencia que de ello se derive".
- Twitter se reserva también el derecho a […] conservar y revelar cualquier información si es razonablemente necesario al objeto de (i) dar cumplimiento a cualquier ley, reglamento, procedimiento legal o requerimiento gubernamental que resulte de aplicación". Del mismo modo, "salvo que se establezca otra cosa en la presente Política de Protección de Datos, podemos conservar o revelar su información si consideramos que es razonablemente necesaria para cumplir con una ley, reglamento o requerimiento legal".
Twitter está obligada a entregar los tweets de sus usuarios según otras consideraciones:
Además de lo anterior, entendemos que existen otros argumentos adicionales:
- Twitter, como empresa con alto volumen de usuarios, ha tratado de salvaguardar con su actuación la imagen que tiene entre tales usuarios, a sabiendas de que, desde el principio y conforme al sentido común y sus condiciones legales, sabía que tenía que cumplir con el requerimiento judicial.
- Twitter se encuentra sujeta a la legislación y a la jurisdicción de los tribunales americanos, por lo que, si conforme a la normativa estadounidense y a la interpretación que de la misma hagan los sus jueces, le ordenan que entregue una documentación, hay que entregarla.
Conclusiones.
De todo lo anterior, podemos llegar a la conclusión de que Twitter es una red mega guay, pero también que es una mera empresa que ha de someterse a quien ha dictado la ley y dicta resoluciones previa interpretación de la misma (entrando en este punto otras consideraciones de carácter ético o moral, relativos a la justicia o injusticia tanto de la primera como de las segundas).
No obstante, en un mundo globalizado como el que vivimos, el verdadero problema surge cuando la legislación y los tribunales que se lo ordenan son los de otros países. En estos casos, Twitter puede hacer mucho más ya que no se haya sujeto ni a aquélla ni a estás.
