Se habla mucho de la globalización, de que todo está interrelacionado, no solo económicamente, sino tecnológica, social y culturalmente. El mundo es uno, hasta que descubran otros donde poder vivir, y las comunicaciones y tecnología actual han hecho ver lo pequeño que es. Qué razón tenían nuestros abuelos cuando decían que el mundo es un pañuelo. Ahora realmente lo es. La cuestión es que Zara nos viste, Apple nos conecta, Microsoft hace posible que yo esté escribiendo este post en un ordenador y no en una máquina de escribir, y la fruta que como, que por cierto no son igual de sabrosas que las que tomaba cuando niño, seguro que es de Brasil, y allí se comen la de aquí. En fin, que nos hacen creer que somos seres individuales cuando realmente andamos como borregos: todos hacemos lo mismo.
Pero, ¿quién es el principal artífice de todo esto? Si señalase, seguro me equivoco, pues todos tenemos nuestra participación en esta locura. Ahora bien, si digo que los norteamericanos (quitando Canadá, es decir, los estadounidenses) son grandes artífices del "eres libre, borrego", creo que mi mano está salvada. Más que globalización habría que hablar de globamericanización.
Sí, Estados Unidos es quien marca la pauta, las reglas del juego, como si del director de una orquesta se tratase. Seguro que habéis oído hablar de la lista de los países piratas o países que no protegen adecuadamente la propiedad intelectual, conocida como Lista 301. Pues bien, en esta lista, elaborada por los del norte de América, se incluye España. Lo curioso de todo esto es que el número de países con reconocimiento internacional es de 195. Es decir, que lo mismo hasta ellos mismos se han puesto en la lista, y no lo saben. En fin, las cosas, que muchas veces uno tiene el enemigo en casa, y no se da cuenta (o no quiere).
La cuestión es que los Estados Unidos incluyen a España en dicha lista, bajo la amenaza de sanciones comerciales si no cumple la normativa de propiedad intelectual que, aclaramos, quieren ellos, obligándonos a legislar en tal sentido para salir de la misma. ¿Dónde quedan los países independientes? Estamos en Globamericanización.
Con esta lista, las grandes productoras cinematográficas y discográficas pretenden salvar sus pingües beneficios, luchando a capa y espada contra la sociedad tecnológica actual, que curiosamente su existencia es culpa de la globamericanización.
En lugar de mirar al futuro, buscando alternativas a las descargas, quieren seguir anclados en el pasado, manteniendo una lucha contra todo el mundo, China incluida (esto será objeto del siguiente post), que quieren ganar a toda costa, aunque en su empeño se queden solos. No tienen bastante con mandar en su territorio, que vienen a decirnos como debemos actuar (bajo amenaza). Y funciona, vaya si funciona, como recordaréis con la aprobación la Ley Sinde, que por cierto, ¿qué fue de ella y de la comisión creada al efecto? No puedes responder a esta pregunta, porque la respuesta es NADA. Y por eso estamos de nuevo en la lista. La Ley Sinde… que curioso reflejo de lo que ocurre últimamente en este país. Claro, como hay jueces imparciales, pues mejor nos los quitamos de en medio.
Lo que no podemos permitir es la criminalización de conductas que están ya arraigadas en nuestras vidas, en nuestro día a día. Y que tire la primera piedra aquél que no haya hecho alguna vez un clic en un enlace. Sinceramente, como español me gusta que estemos en dicha lista, pues al menos es indicio de que estamos abiertos al cambio, al futuro. Pero esto es como todo, al igual que el gallifante de turno, alto político o empresario ilustre, se libra de la cárcel aun cuando lo han cogido in fraganti, mientras que al pobre que roba un queso en Navidad para dárselo a sus hijos lo meten dos años en prisión, porque tenía otros antecedentes, es seguro que el gallifante llamado China salga impoluto aunque esté en el número 1 de la lista, y el pequeñito, sin embargo, pague los platos rotos de los 300 anteriores. Así es la vida.
