Al César lo que es del César y a Hacienda lo que es de todos. Porque, si es evidente que a la crisis hemos llegado porque tanto las empresas como las administraciones públicas han jugado con el dinerito ajeno (sin olvidar la avaricia de todos), no lo es menos que Hacienda ha hecho saltar la banca de los casinos y webs de juego on line (por una vez y sin que sirva de precedente, a nuestro favor). Les va a tocar pagar impuestos si quieren sacarnos el dinero en lo sucesivo.
¿A quién ha ganado Hacienda?
Hacienda le ha metido un golazo por la escuadra a las empresas de juego on line (Betfair, 888, Bwin, Pokerstars…).
Por tanto, están excluidos de este gol las empresas de juego off line. Vamos, las tradicionales de toda la vida que operan en el llamado "mundo real".
¿Qué ha ganado Hacienda?
Un dineral importante en concepto de los impuestos derivados de los ingresos netos obtenidos por las empresas de juego on line (lo facturado una vez deducidos los premios obtenidos por los jugadores), en los últimos 4 años.
¿Cómo lo ha hecho?
Actuando como un ilusionista y dándole la vuelta a la realidad.
Hasta la fecha, las empresas de juego on line habían venido actuando en España en una situación de alegalidad, esto es, sin contar con una legislación en la que apoyarse. En dicha situación, obtuvieron unos ingresos millonarios en los últimos 4 años.
Para poder regular dicha actividad y, con ello, obtener ingresos de impuestos, el Gobierno dictó una Ley del Juego que imponía a las empresas de juego que quisieran operan en la red la obtención de una licencia otorgada por el propio gobierno.
No obstante, como la crisis agudiza el ingenio, Hacienda, aprovechando la proximidad de la apertura del periodo de solicitud y de otorgamiento de licencias, impuso a las empresas que quisieran obtener las mismas la obligación de regularizar su situación fiscal mediante el pago de los impuestos obtenidos por los ingresos netos obtenidos en los 4 años en que actuaron en situación de alegalidad.
Guerra de faroles.
Tras los faroles de las empresas on line (que si nos vamos de España, que si nos han engañado…), Hacienda que tenía una mano insuperable ha terminado ganando la partida.
Supongo que las empresas, vistos los ingresos obtenidos en los últimos tiempos, han visto esta regularización fiscal más como una inversión que como un gasto.
