El próximo día 1 de julio se cumple el primer aniversario desde que el conocido informe Gotham puso de manifiesto que la información relativa a la situación patrimonial que Let´s Gowex había comunicado al mercado estaba muy lejos de representar la solvencia que reflejaban sus cuentas.
Este informe, cuyas conclusiones fueron negadas en un primer momento por la compañía, aseguraba que el precio objetivo de la acción de Gowex era de cero euros a pesar de que el día anterior a la publicación del informe la acción cotizaba a 19,91 €. El informe también concluía que el 90% de los ingresos que Gowex declaraba tener no eras reales, pues en realidad no superaban los diez millones de euros frente a los más de 180 millones declarados por la compañía en el ejercicio 2013.
Fue precisamente esta imparable progresión trasladada a la opinión pública la que llevó a Jenaro García, Consejero Delegado con funciones ejecutivas y Presidente del Consejo de Administración de Gowex, a solicitar la admisión a negociación de sus acciones ante el Mercado Alternativo Bursátil (MAB), comenzando a cotizar en este mercado el 12 de marzo de 2010. Con esta salida al mercado Gowex buscaba "fortalecer la situación financiera de la Sociedad", así como "ampliar la base accionarial de la Sociedad y ofrecer una mayor liquidez a los accionistas de la Sociedad y disponer de valores cotizados aptos para la fidelización de clientes y personal".
La operación fue todo un éxito, ya que la acción se revalorizó más de un 3.000% desde su estreno en el mercado, consiguiendo incluso el reconocimiento público del sector, acaparando premios y galardones que la situaron como la joya del MAB.
Sin embargo, todo este negocio se basaba en datos falsos y adulterados, tal y como puso de manifiesto el informe Gotham. Sólo tres días después de su publicación se suspendió la cotización de la compañía en el MAB, y el día 6 de junio de 2014, mediante un Hecho Relevante el señor Jenaro García reconocía que las cuentas de Gowex, al menos de los últimos cuatros años (que después se ampliaron a los últimos diez años), no reflejan la imagen fiel de la compañía, reconociendo ser el artífice de tal falsedad.
Cristina Sánchez, letrada de Basilea Abogados, recuerda que ahora los inversores que suscribieron acciones de Gowex en la creencia de que los datos económicos publicados por la sociedad eran ciertos tienen la posibilidad de reclamar los perjuicios sufridos, acudiendo a los Tribunales competentes para solicitar que se declare la responsabilidad no sólo, y por supuesto, de Let´s Gowex, sino también de M&A Auditores, auditora que firmó las cuentas de la compañía de los ejercicios 2008 en adelante, así como de sus asesor registrado Ernest & Young.
La auditora emitió sus informes en los que, según ha reconocido el propio Jenaro Garcia, se contenían datos falsos con la única finalidad de presentarse frente a los potenciales inversores como un empresa solvente y líder en su sector. Por su parte, tal y como apunta el letrado de la firma Carlos Rodríguez, el asesor registrado en el MAB debió cumplir con las exigencias que imponía la Circular 10/2010 de BME, que le exigía el deber de comprobar que el contenido del Documento Informativo de Incorporación al Mercado Alternativo Bursátil presentado por Gowex no omitía datos relevantes ni inducía a confusión a los inversores.
Debe recordarse además que el asesor registrado "no sólo deben colaborar con las empresas para que éstas puedan cumplir las obligaciones y responsabilidades que asumen al incorporarse al segmento sino que, en primer lugar, deben valorar y decidir si más allá de los meros requisitos nominales, la estructura, organización, plan de negocio y demás características de la empresa permiten que esté en condiciones de acceder en el Mercado Alternativo Bursátil".
Se abre en definitiva a partir de este momento un frente judicial en defensa de los legítimos derechos de todos aquellos inversores que, confiados en los datos que ahora se han reconocido falsos, suscribieron acciones de Gowex sin conocer que estaban pasando a formar parte de una empresa que en realidad representaba, mejor que ninguna otra, la burbuja tecnológica que en los últimos años han vivido nuestros mercados.
