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Portal jurídico de Aranzadi, por y para profesionales del Derecho

25/04/2024. 17:55:42

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Hasta dónde puede un cliente hacerte llegar

Graduado Social en ejercicio

El camino hacia la excelencia en la profesión jurídica no siempre es fácil y no siempre depende absolutamente de nosotros. Clientes de prestigio, de relevancia pública, asuntos imposibles –luego sacados adelante satisfactoriamente-, y un sinfín de factores influyen en el éxito o el fracaso de nuestra carrera profesional.

Concepto de camino hacia el éxito

En este sentido creo y pienso que no sólo el cliente debe de elegir al profesional que defienda sus intereses, sino que el profesional ha de establecer un filtro para seleccionar quienes serán sus clientes; no todos los potenciales clientes que pasan por el despacho deben llegar a ser clientes consumados.

Y digo esto porque de la misma forma en la que un cliente puede aumentar el prestigio y aupar el estatus profesional del jurista, puede mermar su estima, posición en el mercado, y sobre todo su imagen profesional. Y máxime cuando el mercado jurídico actual cumple a "rajatabla" unos de los más estrictos cánones de la teoría -y practica-económica de la competencia perfecta; esto es: la información perfecta, entendida como la capacidad del potencial cliente de conocer opiniones de terceros acerca del profesional en cuestión. Y el motivo de esta nueva realidad no es otro que la información que se mueve en las redes sociales. Los despachos jurídicos en la actualidad han saltado a la red, frente a antaño, cuando el sector jurídico era un sector cuya publicidad, imagen y prestigio únicamente se conocía mediante el boca a boca.

En este sentido, nunca olvidare el episodio que viví en los Juzgados de lo Social de una de las capitales andaluzas, hace ya 4 años.

Llegado el señalamiento de juicio, tratándose de un despido disciplinario, cuya antigüedad del trabajador y cliente era más de 30 años -y por lo que la cuantía litigiosa era notablemente elevada- esperando la hora de la conciliación judicial y a resultas de la conversación que en ese momento mantenía con el cliente, que no era otra que no aceptar acuerdo ni ofrecimiento alguno, me indica mi cliente que había recibido una amonestación por falta leve y una falta grave, pero que nunca me lo comunicó dado que "no le dio mayor importancia". Tras esto, se me frunció el ceño y mi cara era un auténtico cuadro, y máxime cuando justamente después de oír estos dos nuevos hechos, llega la parte demandada con dos testigos. El cliente, al ver los dos testigos me comenta que son sus coordinadores, y que efectivamente fueron testigos de las actuaciones origen del despido disciplinario impugnado, frente a las incesantes y repetitivas declaraciones de mi cliente en el despacho, de que nadie había visto las supuestas actuaciones sancionadas.

Tras ello, y en vista del cambio de posición y expectativas, se intentó llegar a acuerdo antes de entrar en sala, lo que la empresa rechazó y tuvimos que entrar a juicio. El resultado nefasto; y como colofón, la sentencia desestimatoria para el trabajador, fue comentado en prensa por tratarse de una empresa notablemente mediática.

Por todo ello, es básico y vital establecer un filtro eficaz antes de aceptar al cliente como tal, dado que contar con clientes fiables, realistas y sinceros posibilita al jurista trazar una trayectoria profesional a largo plazo sin obstáculos innecesarios; por el contrario será siempre prioridad para el despacho un análisis sobre el perfil del cliente para evitar la posibilidad de sucesos como el caso anteriormente mencionado. Ello es sin duda alguna, uno de los secretos para el éxito profesional y la excelencia en este sector.

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