Tener una hoja de ruta bien definida en el mercado aporta tranquilidad. Lo mismo que los clientes piden a los abogados es lo que estos mismos deberían buscar para sí mismos, tranquilidad.
Es sorprendente para cualquier estratega de marketing o de comunicación que la mayoría de despachos de abogados no tengan una estrategia definida en el mercado, o que ellos mismos no trabajen con sus clientes en este sentido. Es decir, que no sepan qué quieren y qué no quieren, a quién quieren tener como clientes y cómo conseguir el tipo de clientes que desean.
Sin estrategia o sin marca no se va a ningún sitio o por lo menos no se va demasiado lejos. Las acciones aisladas son pan para hoy y hambre para mañana.
Para tener un despacho de referencia debemos invertir, invertir en nosotros mismos, en nuestro proyecto profesional. Nuestras decisiones de hoy son nuestros resultados de mañana.
Pensar es una exigencia.