Óscar Fernández León es un abogado sevillano especialista en Derecho Público, Inmobiliario, Urbanístico y gestión del despacho. Socio Director de la firma LEON&OLARTE, cuenta en Legal Today con el blog Manual Interno de Gestión, por cierto que con un gran éxito entre los usuarios. El viernes, 3 de octubre, impartirá a partir de las 9:30 de la mañana una conferencia sobre la inteligencia emocional en la Librería Civitas (Ramón de la Cruz, 33 – Madrid) y presentará su última publicación, ‘Mailings para un joven abogado' (Ed. Aranzadi).
‘Mailings para un joven abogado' (Ed. Aranzadi) incluye en la portada esta leyenda: Consejos prácticos de un abogado senior a un junior sobre la profesión. ¿Cuáles serían, a grandes rasgos, esas recomendaciones?
A grandes rasgos, el objetivo de la obra es dar a conocer al joven abogado la existencia de numerosos y diversos aspectos de la profesión que, según mi experiencia, intuyo que deberá conocer y dominar para llegar a ser un abogado completo, o lo que es lo mismo, el buen abogado. Entre dichas recomendaciones se encuentra la importancia del estudio y los conocimientos técnico-jurídicos, los valores y principios de la profesión, y las habilidades profesionales que, ajenas al conocimiento técnico, permitirán al abogado alcanzar altas cotas de éxito en su profesión.
La ilusión de quien empieza y la experiencia del veterano, ¿pueden llegar a equilibrarse o son fuerzas descompensadas?
Son fuerzas muy diferentes en su contenido pero similares en su intensidad. El abogado novel, precisamente por haber dado este paso profesional, se encuentra impulsado por una gran ilusión, si bien la falta de experiencia le hace desconocer lo que se va a encontrar y no puede valorarlo, salvo el día a día, por lo que aquí el factor incertidumbre siempre estará presente. Por el contrario, el veterano, que ha vivido mucho de profesión (aunque esto nunca acaba), estará impulsado por la pasión que te da una actividad en la que, si eres veterano, ejerces bajo una actitud meramente vocacional. En todo caso, con el transcurso de los años se alcanza un punto de equilibrio en el que ambos abogados se encuentran.
Un abogado junior se enfrenta a la profesión con un lógico desconocimiento. ¿Qué pasos a de seguir para afrontar la vida laboral?
Creo que el abogado junior debe plantearse sus primeros años de ejercicio como un continuo aprendizaje. Es la escuela de la vida profesional, en la que todo son experiencias a las que va anudada la necesidad de adquirir conocimientos jurídicos. De estas situaciones el abogado joven tendrá que extraer todas las enseñanzas posibles. Igualmente, no deberá dejar de lado su formación en conocimientos jurídicos y en habilidades profesionales que le permitan desarrollar más hábilmente su profesión.
Un junior debe ser consciente de que ha traspasado el umbral de algo más que una profesión, ¿quizá una vocación?
Estoy convencido de que son rara avis los jóvenes que acceden a la profesión por vocación. Quizás, la tradición familiar vinculada a la abogacía o una especial atracción por el género de películas relacionadas con los abogados ha podido influirles en su decisión, de manera que antes de conocer la profesión puede afirmarse que les gusta, les atrae, pero esto no es vocación, pues la vocación, esa llamada interior, surgirá e irá creciendo a medida que el joven vaya conociendo los entresijos de la profesión, con sus sinsabores y alegrías, con sus buenos y malos momentos.
El conocimiento del objeto vocacional es aquí fundamental, pues la vocación, que se sustenta en el disfrute y en el amor hacia lo que se hace requiere de la experimentación y con ello de la emoción y el sentimiento, elementos estos que faltan en los primeros pasos del abogado, limitados a un aprendizaje centrado en el estudio de expedientes, asistencia a juicios y, todo lo más, su presencia en las reuniones con los clientes.
Por lo tanto, la vocación de abogado nace y crece con el ejercicio de la profesión, mejor dicho, con el aprendizaje y posterior ejercicio, si bien como se afirma en la pregunta, el joven abogado ha entrado en un mundo en el que la experiencia profesional será completamente diferente a la existente en el mercado laboral.
En ‘Mailings para un joven abogado' Alicia, su protagonista, mantiene correspondencia vía email con un abogado experto. ¿Cómo se desarrolla la trama, qué consejos escucha del veterano letrado?
El formato del libro consiste en un conjunto de correos electrónicos enviados por un abogado veterano que se encuentra en Londres llevando a cabo unas prácticas en un despacho a otro abogado que está empezando su andadura profesional, y al que lo unen lazos de amistad y pupilaje. La mayoría de estos correos comienzan con un comentario o anécdota sobre la ciudad de Londres, y en la que procura introducir, unas veces entre líneas y otras directamente, algunas ideas sobre el derecho anglosajón que sin duda enriquecerán los conocimientos del lector inquieto. Después llegan los consejos sobre la profesión, que responderá a preguntas que recaerán sobre materias tan dispares como la gestión y organización de su despachos, la estrategia, los valores que inspiran la profesión, los clientes y la forma de interactuar con ellos, su fidelización y captación, la oratoria forense, la economía y finanzas de su organización, nuestras habilidades y un largo etcétera, materias en las que el denominador común reside en que, aun siendo aspectos ajenos a las cuestiones de técnica jurídica, son esenciales para la formación de los jóvenes letrados y garantía del acceso de los mismos al mercado dotados de la necesaria preparación para asumir los retos de la profesión.
Si usted fuese Alicia, ¿cuál sería su afán de aprendizaje?
Como ya expuse anteriormente, vivir con plena atención todas mis experiencias diarias, y aprovecharlas para extraer conocimientos jurídicos y aquellas habilidades ajenas a dichos conocimientos que me ayudaran a ser un mejor abogado.
Y desde la serenidad y el poso del abogado veterano, ¿cuáles serían las claves para llevarla por el buen camino de la profesión?
Ilusión por aprender y una pasión por ejercer que engloba la capacidad de estudio, constancia y disciplina, el saber superar las frustraciones y las dificultades con las que se encontrará, una fuerte autoestima personal y profesional y, sobre todo, amor por la Justicia.
Esta publicación, ¿está dirigida tanto a junior como a senior?
Efectivamente, la obra se dirige a los dos protagonistas del libro, al joven y al veterano, ya que hoy en día, en los albores del siglo XXI, el abogado, mejor dicho, el buen abogado, no puede limitarse a dominar la ciencia jurídica para la resolución del caso encomendado. Ahora se precisa un algo más, un plus en el que se combinan dichos conocimientos con conceptos modernos como la gestión, la estrategia y el marketing con otros más tradicionales como los valores de la profesión, la deontología y los principios que informan el desarrollo de nuestra profesión. Por lo tanto, la obra tiene una función de ayuda ab initio, como de auténtica labor de reciclaje. De hecho, a la hora de ir trabajando en los capítulos, he puesto en práctica numerosas enseñanzas que o bien tenía olvidadas o nunca las había implementado.
