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29/03/2024. 13:31:44

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Inteligencia artificial y el sector jurídico

Abogado.
Fundador de Law&Trends
Consultor de Social Media @fbiurrun

La inteligencia artificial (IA) cada día está más próxima, diferentes noticias ilustran una realidad que ya ha llegado al mundo de los abogados. Hoy compartimos este espacio con Miriam García, abogada del área de ciberderecho.com, el portal especializado de Ecix Group.

Silueta de una cabeza con la palabra CPU

Se nos ha presentado la inteligencia artificial a través del cine como un debate entre el bien y el mal, pero nuestra interlocutora rompe este debate desde una perspectiva práctica. "Se podría decir que una de las aplicaciones prácticas de la Inteligencia Artificial es la de facilitar la vida de las personas, pues los sistemas dotados de inteligencia son capaces de realizar procesos que a nosotros nos podría llegar a costar numerosas horas de esfuerzo y trabajo. Nuestra inteligencia unida a la rapidez de estos sistemas, nos ayudaría en gran parte a seguir evolucionando en temas de investigación y a dar con soluciones más eficientes de una manera rápida", afirma Miriam.

No obstante, no se pueden obviar los riesgos de algo nuevo, así Miriam García nos remarca que "todo en exceso y sin un previo análisis de riesgos, podría llevar a situaciones dramáticas. No se puede obviar que la Inteligencia Artificial es una "inteligencia" programada por humanos en base a matemáticas y algoritmos; y si hay algo característico del ser humano es que comete errores". 

Y es aquí, donde la realidad puede llegar a convertirse en la ficción a la que las películas futuristas nos tienen acostumbrados. "Un robot dotado de inteligencia sin control -comenta Miriam García- podría convertirse en un arma, y es que difícilmente será capaz de discernir entre el bien y el mal, lo bueno de lo malo, o de entender los atenuantes de una situación en base a unas determinadas circunstancias previas…, ¿Serán los robots capaces de interpretar situaciones? ¿Y si aprenden del comportamiento humano que no deben, tal y como le ocurrió al experimento de Inteligencia Artificial de Microsoft llamado Tay, que aprendió del entorno "incorrecto", y se volvió nazi y racista?"

La imaginación de guionistas y directores nos han reflejado situaciones, de las más variadas, para tener un debate sobre los temores que la tecnología puede hacernos vivir en un futuro próximo. "Hay varias películas como la de "Her" o "Ex machina" -nos indica nuestra experta- que ponen de relevancia las consecuencias de la IA sin control, y las cuales tendríamos que tener muy presentes a la hora de regular estas tecnologías, pues tendrán gran impacto en nuestra sociedad y en nuestra forma de entender el mundo y las relaciones sociales".

Pero, estos temores no se limitan al catastrofismo que, en muchas ocasiones, se presenta de nuestra sociedad actual. Lo mismo que la revolución industrial supuso cambios en las estructuras productivas, la automatización y los robots en la industria ha supuesto una nueva forma de hacer las cosas. Hoy, ya hablamos de una nueva era y con aplicaciones prácticas, incipientes, pero reales en nuestro sector, el sector legal. ¿Nos acercamos al abismo o estamos ante una nueva oportunidad?

"Personalmente dudo mucho que un sistema dotado de inteligencia artificial termine reemplazando por completo el trabajo de un profesional del derecho, entendido éste como la persona que interviene en la resolución de conflictos de intereses aplicando normas que regulan la convivencia social y valores basados en el principio de justicia", manifiesta Miriam.

Así, para nuestra interlocutora hay aspectos en los que un robot no podría sustituir la actividad de una persona. "Un abogado no sólo se dedica a buscar normativa y jurisprudencia, su labor va más allá: es mediador, negociador, intérprete, y está dotado de habilidades puramente humanas que le ayudan a encontrar soluciones más allá de lo establecido en una norma".

Y para los más temerosos, la opinión de Miriam García nos deja brotes de luz para nuestro futuro profesional. Así, "si bien es cierto que los robots serían una ayuda muy cualificada para el abogado, pues harían de forma mucho más óptima la labor de búsqueda de información, documentación y síntesis (como ya hace Ross, un sistema dotado de inteligencia artificial que ejerce como abogado); hay otra parte en la que el abogado de carne y hueso es irremplazable".

Podemos pensar que lo justo tiene mucho que ver con lo humano, que lo justo no es pura matemática. "Se me hace difícil pensar en que un robot sea capaz de empatizar o de interpretar situaciones en base a los principios o valores que rigen un  ordenamiento jurídico (como el de justicia o dignidad), o de plantear situaciones filosóficas sobre los comportamientos sociales, como hacían Voltaire o Ihering. Esto haría inviable que la resolución de un conflicto jurídico quedara al arbitrio absoluto de un ser no-humano, puesto que, en realidad, ni sienten ni padecen de forma natural, sino programada", afirma la abogada de Ecix Group.

Y es que el límite de la inteligencia artificial en el sector jurídico nos lleva a la conclusión que comparte Miriam García con nosotros. "No todo es comprender o transmitir, sino que muchas veces la esencia del caso reside en sentir. ¿Será capaz un sistema dotado de IA hallar el sentido de las implicaciones de la vida humana sin «vivirla»?".

"Lo cierto es que el futuro es tan impredecible como probable". A esta fantástica máxima de nuestra invitada, sólo nos queda añadir que podamos verlo, vivirlo y sepamos aprovechar las oportunidades que se nos presenten.  

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