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28/03/2024. 18:41:37

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Un software 200 veces más rápido que un abogado

Abogado.
Fundador de Law&Trends
Consultor de Social Media @fbiurrun

Las noticias sobre nuevos software y desarrollos tecnológicos para abogados puede que empiecen a dejar de un lado a ROSS y al bot para recurrir multas que durante el año pasado monopolizaron la mayoría de los artículos que hablaban de herramientas que iban a sustituir a los abogados. Este año viene con interesantes sorpresas como el software desarrollado por la startup islaelí LawGeek que usa la inteligencia artificial para estudiar contratos, marcando estipulaciones que puedan estar fuera de lo común.

Tecnología

La startup que se fundó en 2014 creo este servicio hace poco más de un año. Pero lo que realmente les ha dado notoriedad es un estudio supervisado por abogados de la Universidad de Duke y la Universidad de Stanford. De un lado, la startup contaba con 20 abogados con experiencia que estudiaron por separado cinco nuevos acuerdos de confidencialidad, mientras que su software de inteligencia artificial, por otro lado, hizo lo mismo.

Y, ¿cuál fue el resultado? Los abogados llegaron a identificar con una precisión sólida del 85 por ciento de las cláusulas que contenía el acuerdo de confidencialidad que se salían de lo común. ¿El software? Alcanzó un 94 por ciento de éxito. Pero, el dato más relevante fue el tiempo que dedicaron en la investigación. Mientras que los abogados tardaron 92 minutos de media en completar la tarea, el software de inteligencia artificial de la compañía lo hizo en solo 26 segundos, por lo que, además de ser más preciso, fue 200 veces más rápido que sus rivales juristas.

La cofundadora y directora general de Lawgeex, Noory Bechor, trabajó seis años como abogada en la mayor firma de abogados de Israel antes de decidirse por la nueva empresa. Su trabajo inicial en la firma fue revisar cientos de documentos y llegó a la conclusión de que la revisión de tantas cláusulas repetitivas podría llegar a automatizarse.

El software de LawGeex compara los contratos entrantes con un conjunto de estándares que pueden ser preestablecidos por el usuario. A continuación, identifica cláusulas que podrían necesitar modificaciones antes de que se pueda aprobar el contrato. El producto ya ha ganado fuerza con los equipos legales internos: LawGeex cuenta con Sears, Deloitte, Skyview Capital y Key Energy entre sus primeros clientes, y comentan que esa lista también incluye a los principales bancos y compañías de seguros.

El desarrollo de inteligencia artificial que pueda estudiar contratos para lenguaje o cláusulas poco comunes no es tan sencillo, para poder establecer los criterios para que el software distinguiera las cláusulas poco frecuentes la startup contó con un equipo de abogados que entreno la inteligencia artificial para que pudiera distinguir cláusulas poco frecuentes desde una perspectiva cuantitativa y cualitativa.

¿Qué beneficio aporta este software? Los beneficios son claros, rapidez y eficiencia. Pero la gran pregunta que nos podemos hacer es ¿sustituye a un abogado? La respuesta es no, el software elimina una de las tareas tediosas que es identificar las cláusulas críticas, pero el análisis y las recomendaciones a hacer al cliente corresponde al abogado. Es de suponer que, en un futuro, las recomendaciones o alternativas las llegue a sugerir el software y que corresponda al abogado, según los intereses del cliente recomendar unas u otras. Todo llegará.

Los titulares que me llevaron a leer esta noticia eran tan tremendistas y catastrofistas como los que hace unos meses ponían a ROSS sustituyendo la labor del abogado o como los que comentamos en el número anterior que hablaban de que los abogados tendríamos que aprender a programar para ejercer la profesión.

Estamos ante herramientas que aceleran el proceso de documentación del caso o del asunto a resolver, como en su día las bases de datos lo hicieron a la hora de facilitar la búsqueda en la documentación del caso. En el proceso de resolución de un caso, un abogado desempeña diferentes tareas: documentación, análisis, determinación de la estrategia, la formalización y la presentación y/o representación (en su caso) del asunto al cliente y/o a los órganos encargados de dilucidar el asunto. En todo este proceso, hay un sinfín de asuntos complejos que, es sus diferentes momentos, son susceptibles de automatización y que pueden facilitar y mejorar los tiempos y los costes de la producción técnica del asunto.

Sigo viendo todas estas herramientas como oportunidades para hacer más eficiente la profesión del abogado, más competitiva y para focalizar nuestro trabajo en la parte más creativa, donde se aporta más valor para los clientes. Nunca sustituyendo al abogado y resolviendo por él.

Seguro que en breve tenemos una nueva mejora. Al tiempo.

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