LegalToday

Por y para profesionales del Derecho

Portal jurídico de Aranzadi, por y para profesionales del Derecho

24/04/2024. 09:03:54

LegalToday

Por y para profesionales del Derecho

Expectativas o realidades

assistant professor of IESE in the department of managing people in organizations

Guido Stein
assistant professor of IESE in the department of managing people in organizations

«Lo que nos pasa es que no sabemos lo que nos pasa», con esta aparente contradicción apuntaba Ortega y Gasset a principios del siglo XX la patología que, a su juicio, padecía la sociedad que le rodeaba. Aunque Excel lo aguanta todo, cien años son quizá muchos para calcular un flujo de fondos, pues me dicen los colegas financieros que a partir de 30 o 40 años el valor actual ya sale cero; sin embargo, una centuria no altera en absoluto la incertidumbre connatural al ser humano.

Expectativas o realidades

Es curioso que sea necesario reducir los períodos de tiempo para calcular con mayor exactitud lo que valen las empresas, mientras que haya que alargarlos para que maduremos las personas.

El tiempo pasa y la perplejidad permanece. ¿O es que acaso sabemos hoy responder mejor a la pregunta: a qué atenernos, qué merece verdaderamente la pena, a qué baza apostar nuestra vida?

Una de las características que mejor definen las necesidades de nuestro ahora es la prisa, fruto de la inmediatez con la que deseamos obtener los resultados de nuestras acciones y pasiones. Hemos trasladado esa aceleración exagerada a las organizaciones en las que trabajamos, y lo que es aún más incisivo, a las familias en las que vivimos. Las repercusiones no se han hecho esperar:

  • El futuro importa cada vez menos, porque nuestra tasa de descuento vital es cada vez más elevada. Vivimos a menudo de expectativas anoréxicas, que no aguantan los embates de la realidad.
  • Crecen los discursos sobre la misión, la visión, la responsabilidad social, el valor de las personas,…, casi a la misma velocidad que el escepticismo, o lo que es su otra cara: el pesimismo. Como botón de muestra, en la librería virtual amazon se pueden adquirir más de 75.000 libros distintos sobre estas actitudes vitales.
  • El clima laboral se enrarece por momentos. En realidad, los valores han sido escamoteados por las formas en el trato. Drucker subrayaba que para trabajar en equipo sólo se precisa de buena educación. Claro que para educar a un niño se necesita una civilización.
  • La corrección aparente intenta barnizar la hostilidad real, que surge inexorablemente de la creencia en el dicho (tan popular y comercial ya en los años sesenta) de que "más vale pájaro en mano que ciento volando".
  • La innovación se convierte en un riesgo abismal, pues sin futuro no hay espacio para el error. Por lo tanto, hablemos sólo de la importancia de innovar.
  • Vivir al día o como cantaban los clásicos: carpe diem, que ahora se pronuncia bonus en vez de plan de carrera, o comodidad frente a compromiso. Basta con preguntar al departamento de selección de cualquiera de esas empresas en las que no hace tanto tiempo hubiésemos soñado en trabajar. Hoy la tasa de respuesta negativa de nuestros hijos a sus ofertas de trabajo, después de haber pasado un proceso serio,  supera el 50%: ¿malcriados?

Todas estas son actitudes, disposiciones del alma, que fluyen de las creencias y afectos que tiene cada persona. Y es ahí donde se dirime realmente el partido entre el cinismo (que sólo se alimenta del presente y cuyo uniforme es la resistencia a creer en la sinceridad y bondad de los motivos y acciones humanas) y la integridad ( que encara lo que aún no existe y apuesta por la honestidad y justicia, propias y ajenas). Se trata de un juego demasiado importante como para dejarlo en manos de un tercero.

Esa necesidad de tiempo que hemos expulsado por la puerta de la prisa, vuelve a entrar por la ventana de las expectativas (que empieza con e como esperanza), y es que las personas nos alimentamos tanto de realidades como de ideales. Vivimos cara al futuro; sin embargo, nos entendemos mirando hacia atrás. La esperanza estriba, justamente, en que, como advierte Pascal, "el hombre ha nacido para pensar; además ni por un momento está sin hacerlo".

¿Conoce el Blog de Gestión del Despacho? Haga click aquí 

Valora este contenido.

Puntuación:

Sé el primero en puntuar este contenido.