LegalToday

Por y para profesionales del Derecho

Portal jurídico de Aranzadi, por y para profesionales del Derecho

20/04/2024. 10:17:04

LegalToday

Por y para profesionales del Derecho

El precio de ser candidato electo

Profesor de Investigación del CSIC

A. J. Vázquez Vaamonde

La corrupción entre la clase política ha llevado al lenguaje común palabras restringidas antes al ámbito judicial. Bajo la dictadura militar también había corrupción; no sé si más o menos que ahora. El estraperlo fue un contrabando dirigido desde el propio aparato del Estado. Franco dijo del Ministro Arburúa que empezara de botones y terminara de millonario.

El caso de la Canadiense permitió que March se quedara con esa empresa que tras quebrar la compró a precio de saldo. Fundó Fuerzas Eléctricas de Cataluña. La quiebra de Manufacturas Metálicas Madrileñas tuvo como implicado a Nicolás Franco; volvió a estarlo en el asunto de la desaparición de millones de litros de aceite en Redondela. El juez fue Rajoy Sobredo. Además de perderse, entonces no había discos duros, hubo varias muertes incidentales o accidentales. El caso MATESA fue más internacional. Se exportaran 1.200 telares a la Argentina pero en realidad sólo se habían vendido 120 pero se cobraron créditos a la exportación por los 1.500 del Banco de Crédito industrial. Desaparecieron varios miles de millones. Franco indultó a tres ministros antes se ser condenados. El caso Sofico fue un escándalo inmobiliario: se vendían apartamentos que no existían; estuvieron implicados Luis Nieto Antúnez, Procurador en Cortes y  hermano del Ministro de Marina y un par de Tenientes Generales.

Hoy tras los escándalos actuales todo el mundo pontifica sobrepresunción de inocencia, en imputados, investigados, en aperturas del juicio oral, etc. A los periodistas, ¡ la culpa es del mensajero! se les reprocha ayudar a los políticos corruptos a generar la confusión.

Hay un concepto jurídico "presunción de inocencia" que se usa como arma arrojadiza. La presunción es algo que por su esencia no se puede acreditar; es un concepto jurídico que establece que todo el mundo es inocente hasta que un juez en sentencia firme lo declara culpable. Entonces es "culpable judicial" pero los jueces son falibles. La cartilla militar del soldado decía: "valor se le supone". La inexistente "cartilla civil" del ciudadano diría "honradez se le supone". Con los imputados hay una duda clara y ¡ostensible respecto de su honbradez.

"Investigado" es palabra del neolenguaje orwelliano para disimular la realidad. Si un ciudadano es "sospechoso" es objeto de una investigación; si hay indicios bastantes de culpabilidad se le imputa y pasa a ser ´´imputado/investigado". El Juez de Instrucción busca pruebas mientras prosigue la investigación. Abierto el juicio oral otro juez que "presume" que es inocente espera a ver qué pruebas le presentan las partes y decide si es culpable o no. Tanto en un caso como en otro los jueces son falibles. El TJUE corrige incluso al TC y al TS.

Pero el paso de "sospechoso" a "imputado", hoy "investigado", implica ciertos indicios de culpabilidad que permiten aplicar al "imputado", al "investigado", ciertas medidas cautelares que no se podían aplicar al investigado antes de la imputación.

Sospechar de alguien era ya un descrédito en una sociedad genéricamente honrada. Los corruptos estaban fundamentalmente en las altas esferas. Ser sospechoso implicaba la pérdida de estima social; ser imputado era ya un estigma claro; lo habitual era que se ratificara con una condena a la que en el caso de capitostes le seguía/precedía el indulto. ¿Cómo ahora?

La amistad disculpa el apoyo sin rebozo con frases más o menos famosas, si no hay complicidad, a políticos "imputados/investigados" por corrupción. Exigir airadamente que se respete la "presunción de inocencia" sólo es exigible al juez no tiene disculpa. El Ministerio Fiscal y las acusaciones privadas parten del principio de culpabilidad. No cabe que se exija a un Fiscal o a un querellante privado  o popular que acuse a alguien y a la vez deba presumir su inocencia. No se trata de un oximorón; es una franca estupidez.

A los demás ciudadanos nos protege el art. 20 CE78: "1. Se reconocen y protegen los derechos: a) A expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción".  Podemos considerar a alguien culpable sin merecer ningún reproche sobre todo en el caso de los políticos.

Ellos fueron candidatos a ser personas públicas sabiendo que eso constituía una oferta de pérdida elevada de su intimidad. Candidato viene de cándidus que significa blanco en latín. Alude a la toga blanca como símbolo de la falta de la menor tacha en de su conducta. La candidez de la toga, sinónimo de pureza, la ofrecían al pueblo romano para ser elegidos tribunos de la plebe. Era una ostentación libre de la intimidad expuesta a la crítica pública.

Los políticos "imputados", "investigados" en el neolenguaje orwelliano de los cerdos que se hicieron con el poder en la granja tras morir del granjero-dictador que les precedió en el poder, son más que "sospechosos" cuando son "imputados/investigados".

Han perdido su "candidez", su "pureza", por eso deben dimitir. Y si muchas veces se han sobreseído las querellas sin formalizar el juicio son como el cántaro que si va muchas veces a la fuente al final se rompe. El sobreseimiento sólo indica que un juez no vio bastante claras las pruebas presentadas ¿investigó él lo suficiente o lo suficientemente poco para no encontrarlas? Eso no convierte en inocente a nadie. Sin sentencia la sospecha sigue vigente.  ¿Pena de telediario? Es el precio por presumir tener una conducta "intachable","pura"; "cándida"; de presentarse como "candidato" y haber sido elegido.

Valora este contenido.

Puntuación:

Sé el primero en puntuar este contenido.