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29/03/2024. 11:40:39

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¿Estudiar derecho del deporte en el siglo XXI? A propósito del Derecho del Deporte

Coordinador del Practicum de la Abogacía, Ed. Aranzadi

Alberto Palomar Olmedo

La Editorial Aranzadi me ha dado la oportunidad de dirigir un manual sobre el conjunto del Ordenamiento deportivo que, bajo el nombre de DERECHO DEPORTE- puede servir de orientación bibliográfica a los alumnos de las diversas modalidades de estudios que toman al derecho y a la gestión deportiva como elementos centrales de su actividad.

Esta publicación que hemos realizado, con ánimo juvenil, un conjunto de profesionales de la docencia, la abogacía, y la dirección pública deportiva es un buen momento para formular algunas consideraciones sobre el estudio del deporte en la sociedad del siglo XXI.  No obstante y antes de realizarlas me gustaría indicar que se trata de un equipo pluridisciplinar y plural desde todos los puntos de vista que tiene un objetivo común: contribuir a la formación de los estudiosos del Derecho Deportivo.

Lo primero que me gustaría resaltar es que el deporte y el derecho deportivo están en plena actualidad.  Los estudiantes de grados diversos, masters de todo tipo, postrados de toda condición (on line o presenciales) se multiplican y, prácticamente, todas las Escuelas y Universidades se ven en la obligación, en la necesidad o en la decisión de invertir en deporte y en estudios de deporte.

La sociedad demanda estudios sobre el deporte. Las causas de esta demanda son variadas y, desde luego, muy complejas.  El deporte organiza eventos que tienen una trascendencia mundial y mueven un conjunto de recursos económicos que no se dan en otros ámbitos de la vida social. El deporte tiene una trascendencia social y económica que, unida a su vistosidad y su relevancia social, constituyen una de las actividades que resultan más atractivas para el joven estudiante que busca caminos profesionales o para el profesional que tiende a especializarse en alguna actividad económica o social más o menos estable.

La respuesta intelectual  a tanta ansia, plasmada en multitud de master y estudios de postgrado, es reducida y tiene un amplio recorrido en el que avanzar. Los estudios científicos sobre una materia sectorial son los que, finalmente, hacen progresar los análisis y los sectores. Frente a esto la reflexión sobre el derecho del deporte ha sido corta. Apenas dos Revista especializadas (una de ellas la de la propia Editorial que publicará en breve el número 38 de su colección), algunas monografías sectoriales de gran valor y algunos estudios concretos.

Finalmente, el carácter interdisciplinar del Derecho Deportivo ha mermado su progresión y su "explosión" científica. Ninguna de las distintas disciplinas jurídicas la ha sentido como propia y, por eso, los estudios sectoriales no se han visto completados con Obras generales que permitan tener visión general del Sistema deportivo y del conjunto de los problemas que plantea.

La docencia continua, incansable y prolongada en el tiempo en formatos académicos de todo tipo me ha servido para tener consciencia de la necesidad de impulsar los estudios de Derecho Deportivo. Para ello era preciso comenzar por lo convencional: la existencia de un manual con el que afrontar la asignatura. Es decir, empezar por el principio, por donde hemos empezado siempre, por el Manual.

A partir de lo anterior sería deseable, como en el resto de disciplinas, que aparezcan nuevos manuales que exista confrontación, competencia, exigencia del público y que los estudios sectoriales nos sirvan para realimentar el tronco común de un manual con vocación generalista.

En España, los estudios de derecho deportivo necesitan un fuerte impulso que acompase el desarrollo científico al desarrollo de la actividad. El deporte es una fuente continua, constante e imparable de situaciones nuevas, de formas nuevas de actuación en el que, a veces, se tiene la sensación de que los teóricos no evolucionan tan rápida y ágilmente como el ámbito social sobre el que operan. Muy a menudo se tiene la sensación de que los análisis jurídicos no responden a la realidad, no la disciplan no la explican sino que tratan de reconducirla a esquemas – viejos esquemas- de carácter teóricos y programáticos que han explicado el deporte desde coordenadas que, hoy, no resultan válidas para el propósito.

El Derecho del deporte necesita encontrar un armazón teórico que dé solución a una forma de realizar la actividad deportiva con problemas nuevos, cambiantes y con formas de actuación que están lejos de las que históricamente explicaban esta actividad. Esto exige integrar disciplinas. No estamos ya ante un problema de Derecho Público-Privado sino que el problema es más profundo y necesita nuevas aportaciones del Derecho Internacional (público y privado), del Derecho Penal que viene a cubrir las insuficiencias de los sistemas disciplinarios propios especialmente momentos en los que la actividad deportiva cobra una relevancia social y económica que la pone en el pódium de la relevancia social, del Derecho financiero o fiscal internacional ya que el deporte es, hoy, una actividad global y así debe ser analizada, o, más modernamente, del Derecho concursal que ha anidado en el deporte como uno de los ámbitos sectoriales donde más agudamente se han discutidos sus postulados esenciales y estructurales.

Estudiar derecho deportivo es, en una palabra, estudiar derecho. Derecho general, global, pluridisciplinar. Sin este enfoque, los análisis sectoriales en los que todos nos refugiamos,  tienen un sentido menor. Solo desde la comprensión del Sistema se puede y se debe analizar lo concreto. La dialéctica general-especial en el estudios del Derecho deporte es especialmente útil si se quiere estar a la altura de la sociedad y del ámbito sectorial que demanda los servicios, los conocimientos o las soluciones (en general) de los problemas que le atañen.

En este contexto estudiar derecho deportivo es una pasión sin límites porque realmente no tiene límites el estudio. Todas las disciplinas jurídicas tienen que ver con el deporte y, por tanto, no hay más limites que la propia capacidad o los deseos.

La ilusión que los Autores del Derecho del Deporte han puesto en articular una visión global del Deporte y su Ordenamiento Jurídico responde, precisamente, a una concepción compartida del sector, del ámbito del estudio, de la necesidad y la utilidad de la reflexión teórica y, sobre todo, del gusto y las ganas por explicar, en términos jurídicos, una actividad social que a todos nos llena la vida.  Compaginar ocio y negocio para un estudio es un privilegio que no siempre se da en la vida y, cuando se da, solo queda dar las gracias y esperar que los lectores compartan el diagnóstico y la solución.

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