El presente artículo resalta los principales objetivos logrados en el desarrollo de la Asamblea Plenaria de la XIV edición de la Cumbre Judicial Iberoamericana
La Cumbre Judicial Iberoamericana acaba de celebrar su XIV asamblea plenaria durante los días 4 a 6 de marzo en la ciudad de Brasilia. No cabe duda que ha sido una Cumbre prolija en proyectos y resultados. Bajo el eje temático "modernización, seguridad jurídica, acceso y cohesión social: la justicia preparándose para el futuro", la Cumbre ha trabajado en diferentes áreas que son clave para el progreso de los sistemas de justicia de la región (acceso, seguridad jurídica, tecnología, indicadores, cooperación interregional y capacitación).
El objetivo principal ha consistido en elaborar unas reglas mínimas que permitan garantizar el acceso a la justicia de las personas en condición de vulnerabilidad, normas que pretendan establecer unos estándares comunes y consensuados para facilitar el uso de los servicios de justicia por parte de aquellos sectores de la ciudadanía que normalmente encuentran mayores dificultades para ello. Lograrlas constituye un esfuerzo coordinado por la mayor parte de las redes del sector (Jueces, Abogados, Fiscales, Defensores Públicos, Defensores del Pueblo), así como del proyecto EUROsociAL justicia. Esta experiencia ha demostrado que la colaboración y la coordinación entre redes no sólo es posible, sino que es necesaria para alcanzar los mejores resultados.
La segunda de las áreas de trabajo ha sido la de seguridad jurídica. Desde la perspectiva de la Cumbre Judicial Iberoamericana, la seguridad jurídica es un valor fundamental para garantizar la estabilidad, el desarrollo y la cohesión social. De ahí que también en este caso se haya trabajado, con el apoyo de la Fundación Carolina, en un producto original, inexistente hasta el momento. En efecto, son numerosos los trabajos doctrinales sobre seguridad jurídica, su concepto, alcance y consecuencias, pero la Cumbre entendía que había llegado el momento de consensuar y brindar a la Comunidad Iberoamericana de Naciones unos estándares, en formato quasi normativo, para apoyar la acción de diseño, desarrollo e implementación de políticas públicas, así como la de los poderes judiciales.
La Comisión pretende ser un espacio estable y estructurado de trabajo para el intercambio de experiencias y buenas prácticas, así como para el desarrollo de proyectos relativos al sector justicia entre las dos regiones, por ello ha creado una comisión conjunta de trabajo entre poderes judiciales europeos e iberoamericanos, constituida inicialmente por la Red Europea de Consejos de la Judicatura, a la cual se espera que se incorpore también la Red de Presidentes de Tribunales Supremos de la Unión Europea. Nuevamente el apoyo de EUROsociAL justicia ha sido decisivo para el éxito de este proyecto, y en breve se organizará un seminario-taller para que la Comisión defina su primer plan de acción.
En el marco de esta edición la Cumbre ha llevado a cabo un estudio sobre el estado de las reformas procesales en Iberoamérica para la introducción de la oralidad en los procedimientos. Es este tema se propone hacer un seguimiento continuado de la evolución de estas reformas con el fin de extraer conclusiones y elaborar productos de valor añadido que alimenten a los diferentes procesos en marcha o en vía de planeamiento. Otro tema abordado fue el establecimiento del denominado Plan Iberoamericano de Estadística Judicial, cuyo desarrollo proseguirá en la próxima edición, con el objetivo final de crear un conjunto de indicadores homogéneos para toda la región que permitan un seguimiento comparado del desempeño de los diferentes sistemas judiciales.
Finalmente, también se constituyó en esta edición un grupo de trabajo destinado a estudiar posibles fórmulas para fortalecer la capacitación de los jueces y magistrados iberoamericanos, mediante estudios de postgrado adaptados a sus necesidades.
