LegalToday

Por y para profesionales del Derecho

Portal jurídico de Aranzadi, por y para profesionales del Derecho

29/03/2024. 00:23:32

LegalToday

Por y para profesionales del Derecho

La entrevista al cliente: «un acto de hospitalidad»

abogado y consultor psicológico

Hola Colegas. Una vez más con ustedes y una vez más con temas que hacen a la relación abogado o abogada con cliente o clienta, y a todo lo que se juega en ese espacio inter-psiquico que se genera entre ambas partes.

En otros artículos y a propósito de la entrevista, hable de la " transferencia y contratransferencia " (las experiencias de la temprana edad que representan hoy la persona del profesional o la del cliente), de la necesidad de la escucha atenta por parte del profesional, de los límites que deben erigirse entre al abogado y el cliente -el encuadre-, de los " peligros " que puede generar el encuentro entre ellos, como sería el caso del "enamorarse" y darle otro contenido a la relación, etc. En síntesis, siempre estoy dándole vueltas a lo que en principio  parece una mera relación jurídica entre abogado y cliente, pero en el "detrás" hay un encuentro humano que puede impactar de manera insospechada en los cuerpos y psiquis de ambos, con consecuencias favorables o desfavorables para el vínculo profesional, de una manera conciente o inconciente. Consecuencias que al abogado lo pueden hacer tambalear en su " identidad profesional " o al cliente lo pueden " desvestir " de su condición de tal y terminar siendo manipulado por el abogado o la abogada, en lo emocional, en lo "monetario ", etc.

Dentro de este marco hoy quiero presentar, desde lo psicológico, la relación abogado- cliente como la relación entre el "autóctono" (sería el abogado que con su supuesto saber, maneja un "territorio") y el Otro como extranjero (el cliente que ante el " conflicto jurídico ", que vive se siente en "territorio extraño" y demanda asilo a quien lo puede proteger "en su territorio", en su lucha por la justicia de su caso). Si nos ponemos a analizar la actividad como abogados, en un plano simbólico, cada vez que concedemos una entrevista a un cliente que sufre la amputación de alguno de sus derechos, es como si estuviésemos recibiendo en nuestro "territorio profesional" a alguien que esta huyendo de la miseria en el extranjero. Hay un hecho que le resulta desfavorable y lo "empuja" a solicitar "asilo "al abogado. Ahora bien: ¿ Qué contenido debe tener la "hospitalidad" que le brindo al "cliente- extranjero"?. Sin duda abrir la puerta del despacho y hacer que el cliente tome asiento frente al abogado, no implica  "hospitalidad". Esta se construirá a partir del despliegue profesional de la entrevista, en donde sobre todo se despliegue "lo sensible " por parte del abogado y también del cliente. Para ello se requiere de una apertura psíquica de ambos. Si el conflicto jurídico es ante todo humano, esta dimensión no puede ser soslayada en el tratamiento del caso jurídico. La abogada o el abogado no deberían "abdicar" de su, subfunción terapéutica. Así lo pide el tratamiento integral de un caso jurídico. Y si hablamos de un "despliegue sensible", sobre todo por parte del profesional -es el que estaría dotado técnicamente para posibilitar o iniciar tal despliegue- significa que el abogado tendría que ceder en su narcisismos, salirse de la "rigurosidad" que el rol profesional suele imponer y no clausurar la apertura del cliente, sobre todo en su personalidad, aunque ésta nos pueda ser adversa.  Con esto no digo que los abogados nos tenemos que olvidar del "encuadre profesional" que es lo que hace que cada uno este en su lugar. Pero este encuadre no debería ser un dispositivo que proteja al abogado de tal forma que uno viole las " leyes de hospitalidad". Así el cliente- extranjero que nos " demanda asilo " en nuestro territorio profesional se seguirá sintiendo un Otro todavía extranjero, aunque uno le haya abierto las puertas del despacho. Si no se logra que el cliente deje de sentirse un extraño en la entrevista, porque los abogados nos escudamos en nuestro profesionalismo, si no dejamos entrar en nuestras "cabezas de abogado", al cliente con todo lo que trae de extraño y nuevo en su manera de ser, reitero, aunque nos resulte "incómodo" estaríamos incurriendo en una sustracción a la hospitalidad. En el psicoanálisis se habla que la "buena entrevista", es un encuentro  donde se manifiesta  la "pulsión de vida" (Eros), que va y vuelve de uno (profesional) a Otro (quien solicita la ayuda). Pero ésta necesita de un espacio (psíquico) con la textura necesaria para su desarrollo, y es el profesional es quién debe saber ofrecerlo. De lo contrario  suele generarse un espacio o área de la "pulsión de muerte" (Tánatos), que se las llama& "zonas mortuorias", que no son campos propicio para el vínculo profesional. En el encuentro del abogado con el cliente, como todo encuentro humano, puede darse un vinculo sensible teñido de pulsión de vida o por el contrario, un vínculo profesional con un espacio de privaciones a lo nuevo, que impide recibir al cliente tal cual es, un espacio "sin vida". Queda en uno abogado o abogada, " opacar " la relación profesional, o hacer de ella un lugar de real " asilo " para ese "extranjero-cliente" que demanda hospitalidad ante un conflicto jurídico que lo empuja de su territorio psíquico.  

Valora este contenido.

Puntuación:

Sé el primero en puntuar este contenido.