En el artículo de hoy voy a hablar de la lucha diaria que tenemos que realizar desde el momento en el que terminamos nuestros estudios para ejercer la profesión que hemos elegido, en este caso hablo de la abogacía.
Como ya bien sabéis, hace relativamente poco, he terminado el Grado en Derecho. Cuando comencé la carrera, ansiaba el día en el que terminar para desempeñar la abogacía, pero es cierto que pensaba que iba a ser algo mucho más fácil el hecho de incorporarme al mercado laboral. Pensamos, y también piensan, que una vez que hemos acabado somos personas que sabemos de todo lo que nos puedan preguntar, ya que hemos estudiado derecho y por tanto tenemos que conocernos todas las normativas, sea de la especialidad que sea, de principio a fin sin pestañear. No es tan fácil. No sabemos todo.
Lo que sí es verdaderamente cierto es que acabamos con ganas de empezar a obtener unos ciertos beneficios económicos, pero cosa distinta es que sea tan fácil como pensábamos.
En mi opinión, la profesión de abogado es una inversión: hay que gastar dinero para ejercerla pero ya es cosa distinta que te salga bien o no.
Antes de nada voy a destacar una serie de cosas que tenemos que hacer para llevar a cabo la abogacía:
- Tenemos que montar nuestro propio despacho o en el caso de trabajar en uno que no sea propio, tenemos que leernos muchos expedientes para tener totalmente claro el procedimiento. Mi consejo en este caso es realizar un periodo de formación como el que he realizado yo durante seis meses en los que he aprendido de cada una de las ramas del derecho, para al menos tener una idea.
- Funciones comerciales: aunque al principio pensamos que tenemos bastante con nuestra familia y nuestras amistades estamos realmente equivocados. Necesitamos salir de nuestra torre de marfil para buscar una cartera de clientes, ya que tanto con la familia como con las amistades, muchas veces nos encontramos con el compromiso y no les podemos cobrar nada o realmente poco y además de ello se necesitan muchos más casos para poder pagar todos los gastos que se tienen, ya que el despacho es un dinero, más la cuota de la colegiación…
- No solo podemos saber la teoría, ya que la práctica es un punto muy importante en nuestra profesión: muchos conocimientos se olvidan si no se practican y además en esta profesión no nos vale de nada saber mucho si no tenemos clientes con los que practicar esa sabiduría.
- Saber qué cantidad cobrar como honorarios profesionales: esto es algo que me han repetido en muchas ocasiones abogados con mucha experiencia, ya que en el momento en que terminaron se encontraron con el mismo problema: no sabemos qué cantidad es la adecuada para cobrar al cliente. No sabemos si nos estamos pasando o si es relativamente poco y la solución en un principio es consultar a otros compañeros con más experiencia para que nos ayuden a hacer un presupuesto más ajustado.
Ya más adelante la situación es tener un estudio realizado que marque un baremo del precio de la hora o el precio de tu tiempo.
Estas son solo algunas cosas que tenemos que hacer, ya que son muchas más las que existen. Hemos elegido una profesión en la que vamos a pasar muchos momentos duros e incluso en los que no vamos a tener apenas tiempo para dormir. Finalmente, merece la pena.
Sin más, decir, que éste será, por ahora, mi último artículo y me gustaría hacer mención a todos los componentes de LeónOlarte Abogados, ya que me han hecho pasar un año y medio espectacular, el cual no olvidaré. Gracias a todos y cada uno de vosotros por todo lo que me habéis enseñado y ayudado en esta andadura que solo acabo de comenzar. Os deseo lo mejor.
Hasta siempre.
