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19/03/2024. 09:34:04

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¿Señas? ¿en la sala de audiencias?

Profesor Universitario
Especialista en técnicas de litigación oral

José Luís Vegas

El béisbol, es un juego donde normalmente se utiliza un sinnúmero de señas entre sus jugadores. Por ejemplo entre “cátcher” y “pitcher” para saber que lanzamiento debe serle enviado a determinado bateador, ello, para que no le vaya a hacer daño con un batazo que pueda poner a ganar al equipo contrario. Incluso, puede observarse como se pintan las uñas los “catchers” para que el lanzador vea mejor la seña que le está indicando el receptor.

Es tanta la importancia de las señas, que en los actuales momentos existe una investigación por parte de la Oficina del Comisionado de las Grandes Ligas, la cual se estima concluya antes del inicio de la temporada del 2020 en la que se acusa al equipo Astros de Houston de "robar" señas a los demás equipos en el año 2017, año en que dicho sea de paso, ganaron la Serie Mundial. Otros de los que igualmente tienen y comparten señas, son los "coachs" que se encuentran en la primera y tercera base, ellos les hacen señas a sus bateadores y corredores a los fines de poder hacer jugadas como por ejemplo, bateo y corrido, toque de bola o robar bases y así salir airosos del encuentro. Todo ello es previamente planeado, proyectado, pensado, practicado y en su momento, ejecutado.

El ejercicio del derecho en la sala de juicios, debe ser igualmente, el resultado de un trabajo planificado estratégicamente, anticipadamente pensado con habilidad, táctica o destreza. Esta preparación previa se realiza con el firme objetivo de hacer prevalecer la teoría del caso propia, sobre la tesis del contrario. Como bien es sabido, esto se hará con la declaración de los testigos en el juicio oral, sean estos peritos o legos. Ahora bien, en el momento del entrenamiento de los testigos, y siempre buscando que la información que introducirán con su declaración llegue de manera más eficaz a los jueces. Para lograr el objetivo, habrá que establecerse ciertas estrategias, maniobras o tácticas. Para que esto ocurra, para que esto suceda, o para que esto acontezca, es decir, para que la información entre por la alfombra roja a la mente del juez, el testigo deberá comportarse de la manera más natural y convincente posible; sin embargo, por mucho que se le prepare, por mucho que se ensaye con él o por mucho que se practiquen preguntas y respuestas, justo es reconocer que este, estará nervioso, estará ansioso o en todo caso sufrirá  de miedo escénico, al estar dentro de la sala de audiencias. Por ello es perfectamente viable y entendible que por una u otra causa se le olvide algo de aquello que debía declarar.

Frente a esa eventualidad, el abogado litigante que llevó el testigo a juicio, deberá resolver de inmediato, y nada mejor que estar preparado con una seña, la cual ha sido previamente acordada y practicada entre el abogado y el testigo. Dicha seña, le recordará al testigo qué le está faltando algo en su declaración, que algo se le olvidó, o que algo no ha expresado de manera completa. Unas señas efectivas -entre muchas otras- pudieran ser: ¿Alguna otra cosa que debería saber el tribunal?; ¿Algo más que quiera decir con respecto a ese punto?; ¿Desea exponer algo más?; ¿Es todo?; ¿Nada más?; ¿Una cosa más?; ¿Algún otro punto que deba saber su señoría?; ¿Algo más que manifestar?; ¿Una cosa más que declarar?   

Al hacer el litigante alguna de estas o -quizás- muchas otras preguntas, se le estaría enviando una señal al testigo de que algo le está faltando a su declaración, de que esta no está completa, que hay una pedazo de la misma que aún no ha escuchado el tribunal, que no ha llegado a los oídos del juez, y que es importante que él (el testigo) la exponga, la exprese. El deponente, al captar dicha señal o al entender el mensaje que le envió el oferente; "recordará" aquello que se le olvidó decir, y entonces lo expresará sin que el abogado tenga que hacer una pregunta que deje ver que pudiera estar conduciendo al testigo. El litigante debe tratar por todos los medios de no hacer ver que lleva al testigo de la mano en su deposición, pues, el juez al momento de valorar la declaración del testigo, pudiera considerar que quien "declaró" fue el abogado y no el testigo.

A los fines de optimizar la declaración del testigo, y siendo como es, el ejercicio del derecho un trabajo previamente planificado, estructurado, planeado y calculado. Lo menos que debe hacer el abogado que ofrece a un testigo es practicar con este las señas que utilizarán en medio de la declaración, si por casualidad se le olvidara  algo cuando estuviera frente al juez.

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