En el mundo actual, tan competitivo, la formación se refrenda como un valor primordial en instituciones y empresas para afrontar con garantías los nuevos tiempos y los retos que en cualquier ámbito de la sociedad moderna se nos presentan.
Vivimos en un momento de cambio crítico y decisivo, en el que los abogados estamos obligados no sólo a conocer las leyes en vigor, sino a hallar fórmulas jurídicas para hacer frente a los nuevos objetivos que imponen la globalización, las nuevas tecnologías y, en definitiva, el progreso y el avance de la sociedad.
Este año el Colegio de Abogados celebra el trigésimo aniversario de su Centro de Estudios (1986), renovando su compromiso de poner en valor el esfuerzo y la dedicación docente y ser un referente para los abogados que quieren formarse en el ejercicio de la profesión o especializarse en un área específica del Derecho.
Cómo decana de esta institución me siento orgullosa y afortunada de que esta celebración coincida con el mandato de la Junta de Gobierno que presido y que tanto esfuerzo ha puesto desde el primer momento en lograr que el Centro de Estudios siga siendo un centro imprescindible en la formación de los abogados del siglo XXI. No solo en la enseñanza del conocimiento técnico-jurídico, sino también de otras habilidades, competencias y técnicas que requiere el ejercicio de esta profesión.
En la actualidad, el Colegio dispone de una amplia oferta formativa y docente destinada a proporcionar al colegiado los medios necesarios para su constante actualización jurídica.
Un Centro por el que en algún momento de nuestras vidas profesionales hemos pasado y por el que sigue pasando toda la abogacía madrileña y también compañeros y compañeras de otros lugares, porque el Centro sigue anticipándose a nuestras necesidades y siendo un verdadero referente en la enseñanza del Derecho.
Más allá de estos objetivos y prioridades, es obligado destacar la actividad docente que se ha venido desarrollando en este tiempo. Desde los 15 cursos y 500 alumnos por año con lo que inició su actividad, allá por mediados de los 80, hasta los más de 600 cursos presenciales y en formato e-learning y los casi 24.000 alumnos al año que el Centro forma actualmente.
El crecimiento exponencial de la actividad y del alumnado es la prueba fehaciente del éxito docente de nuestro Centro, pero sobre todo de su patente compromiso con la excelencia y del alto grado de satisfacción y confianza que la abogacía madrileña tiene en su institución colegial.
Este aumento progresivo ha estado marcado y sostenido por la gratuidad en la formación en novedades legislativas en el último año para los letrados adscritos al Turno de Oficio, en la la implantación y formación continua en el nuevo sistema LexNet y en la innovación en la oferta docente en materias tales como la economía social, el derecho sanitario, consumo o compliance, entre otros.
Especial atención prestamos a nuestros jóvenes abogados, ofreciéndoles unas bonificaciones en precio de entre el 15 y el 25%, que suponen un ahorro global de más de 220.000 euros.
Sin duda, otro de los pilares básicos del Centro es la formación práctica, tanto para aquellos alumnos que buscan iniciarse en la profesión como en el ámbito de la formación continua, en particular para los compañeros y compañeras del Turno de Oficio en garantía del acceso a la Justicia y de la mejor defensa a aquellos que carecen de medios económicos.
Si de algo puede enorgullecerse el Centro de Estudios es de su profesorado. Un equipo docente compuesto por prestigiosos y contrastados juristas entre abogados, magistrados, jueces, fiscales, notarios y abogados del Estado que comparten lo mejor de sus conocimientos y de su experiencia para ayudarnos a los demás a ser mejores profesionales.
Estoy convencida que un mejor nivel formativo de los abogados y abogadas supone, además de una mejora profesional, un reconocimiento de la profesión por parte de todo el ámbito de la Justicia y de la sociedad en general.
Si quieres disponer de toda la información y la opinión jurídica para estar al día, suscríbete a
Actualidad Jurídica Aranzadi 
