LegalToday

Por y para profesionales del Derecho

Portal jurídico de Aranzadi, por y para profesionales del Derecho

28/03/2024. 09:10:48

LegalToday

Por y para profesionales del Derecho

Una mirada psicológica de la crisis y la flexibilización laboral

abogado y consultor psicológico

¨Jamás examiné el alma de un hombre malo; pero una vez examiné el alma de un hombre bueno, ¡ y retrocedí espantado! ¨ La Rochefoucauld

Una vez más quiero hacer foco sobre el tema de la crisis social y económica que envuelve a Europa en general, y al parecer con ¨síntomas ¨ más agudos, en España y Grecia. Y me lleva a ello, el hecho que, cómo siempre pasa en este tipo de problema, surgen ¨ hombres buenos ¨ cómo son los gobernantes, empresarios y porque no los sindicalistas, que traen como una de las soluciones a la crisis, la llamada flexibilización laboral. ¿En que consiste jurídicamente este instituto propio de las emergencias?. Aunque parezca mentira, no implica ¨ un firme aseguramiento ¨ de los derechos humanos para que, a la ¨ hora de la desesperación ¨ en donde hay un intento legítimo de lograr seguridad psíquica y física para satisfacer las necesidades vitales de cada hombre y mujer, los lazos comunitarios no se rompan. Por el contrario, flexibilizar desde lo jurídico, la relación laboral, no es ni más ni menos que cuando los números de la empresa no cierren, el ¨ empresario bueno ¨ maneje los horarios, lugares de trabajo, y la estabilidad laboral de sus trabajadores, de tal manera que ¨ el conjunto¨ o la ¨mayoría ¨, se salve de la crisis. Se diría que esta política ¨ sacrifica ¨ a pocos – nunca se sabe la dimensión de esto- por el bien de Otros, que se supone son más que los trabajadores ¨ descartados¨. Claro está que este versión de buen samaritano del siglo 21, no lo deja a él – empresario o equivalentes- sin su comida diaria y su techo. Nada que ver, la flexibilización laboral es para sus dependientes y sus consecuencias negativas desde lo psicológico también. El empresario bueno siempre tendrá posibilidades de cubrir las necesidades del ser humano que, A. Maslow describió mediante una pirámide que representan todas las necesidades que deberían ser satisfechas, para que una persona logre, entre otras cosas, estabilidad psíquica. La pirámide tiene en su base las necesidades fisiológicas, luego las necesidades de seguridad (auto cuidado); después las necesidades sociales (redes sociales de apoyo); más arriba las necesidades de estima (autoestima) y finalmente las que Maslow llamaba: necesidades de autorrealización. También seguro cubrirán sus necesidades los gobernantes buenos, que todo lo han pensado para el bien del trabajador, los representantes de los gremios, que siempre luchan por sus compañeros de las industrias, etc., aunque hace mucho que están en las oficinas gremiales, lejos del sudor del trabajo concreto, y podemos agregar a otro hombre bueno que suele convalidar la flexibilización laboral en aras del bien común: el juez. Pero cuidado este funcionario dicta sentencia sobre las trabajadoras y trabajadores flexibilizados, pero lo hace desde la estabilidad judicial que no acepta ningún tipo merma salarial, porque sino se estaría afectando su independencia para impartir justicia. En cambio los hombres o mujeres laboralmente flexibilizados, más allá de la pérdida o disminución del campo laboral, desde el enfoque que hace Maslow, sin lugar a dudas va a sufrir un deterioro de su Yo muy importante. La inseguridad en el satisfacer necesidades básicas propias y la de la familia que apoyan, lo van a desestabilizar psíquicamente. Su capacidad de ¨ poder ser ¨ persona, se va a resquebrajar, la propia valoración se ve disminuida, y así según la constitución física-psìquica de cada persona, la crisis puede llegar a afectar su personalidad para siempre. La ¨ flexibilización laboral ¨ lleva a una ¨ flexibilización del Yo ¨ en el sentido de hacerlo labil, empobrecido. Y no sólo afectará a aquel trabajador que se ve alcanzado por   las medidas de ¨ emergencia laboral ¨, sino que también psíquicamente también va a impactar en aquel dependiente que aún no fue tocado por las medidas de los ¨ hombres buenos ¨  que están salvando al país, pero sabe que en cualquier momento puede ser parte de  la redada de la flexibilización. Este hombre o mujer, a medida que ve ¨ caer ¨ a sus compañeros empiezan a padecer el trauma de que puede ser el próximo. Estamos frente a una patología que se la conoce como el síndrome del sobreviviente. Es un patología propia de las guerras, de las catástrofes y tienen su analogía en las emergencias económico- sociales.

Podría seguir abundando en esta temática, pero que con lo expuesto entiendo queda demostrada la ¨capa psicológica ¨, de lo que se ve como una medida jurídica que suele sonar hasta ¨ benévola ¨, cómo el ¨ mal menor ¨, que es producto de hombres buenos, justos, y que por ende siempre va con la sola ¨ tentación de hacer el bien ¨. Pero por el contrario, suele tener secuelas gravísimas psíquicas y físicas, para cada individuo ¨ beneficiado ¨ por la flexibilización laboral, para su grupo familiar y para todo aquel que aún no le llegó la hora, pero es candidato a serlo. Los conflictos jurídicos que son conflictos humanos, crecerán en número y complejidad. Muchos ¨ Yo ¨ se verán amputados por la violación de su patrimonio y el derecho a trabajar. La flexibilización jurídico-laboral traerá pocos hombres y mujeres cada vez más más ricos y muchas mujeres y hombres cada vez más pobres, alcanzados quizá por un ínfimo seguro de desempleo, pero lacerados en su psiquis posiblemente por siempre. El dolor país se agrandará vaya a saber uno, cuanto en gentes y tiempo. No se gaste lector en buscar ¨encuestas¨,  porque los hombres buenos, a este dolor no lo saben o no lo quieren medir.

¿Qué me dice colega de lo antes reflexionado?. ¿Qué podríamos hacer los abogados ante esto? ¿Qué responsabilidad profesional nos cabe? Espero sus comentarios; se anima a hablar sobre el tema. Vamos haga su aporte, acompáñeme, sume su opinión.

Hasta la próxima.

Valora este contenido.

Puntuación:

Sé el primero en puntuar este contenido.