Cuanta ¨ tela para cortar ¨ nos da la aparición de Wikileaks (Wiki-fuga) en la Web. La verdad es que se presenta como materia para un enfoque interdisciplinario, porque parecería marcar un antes y un después en las relaciones humanas. Es que Wikileaks desparramó por el mundo, en instantes, en forma súbita, algo latente que se esconde debajo de lo manifiesto en el vínculo de uno con el Otro, sean estos sujetos de la relación dos personas, varias, grupos, Estados, etc., pero siempre seres humanos con sus luces y sombras, sus partes visibles y las ocultas.
Tantas aristas presenta la temática, que no me es fácil reducirla a una mirada psicológica. Es que lo que aparece como la vulneración de secretos de un Estado y de lo que piensa éste en la intimidad de su ¨ prójimo ¨ , a su vez para muchos significa la máxima expresión de la libertad de prensa; y para Julián Assange, que se debe sentir ciudadano del mundo y por ello a modo de deber cívico, deja traslucir lo subterráneo de la ¨ aldea mundial ¨; hoy su experiencia de la verdad, le debe estar mostrando que esta ciudadanía universal tiene sus ¨ pro ¨ pero también sus ¨ contras ¨, y una es según expresión de Zygmunt Bauman, que con la ¨ globalización ¨ no hay ¨ un afuera ¨. Por lo tanto los afectados por la revelación de Assange lo tienen fácilmente cercado, jurídicamente, políticamente y económicamente hablando. ¿Qué pasará con Julián y su Wiki-filtración?. ¿Qué dispondrán los ¨ que mandan ¨ en la aldea global respecto a éste súbdito?.
Pero vayamos a lo nuestro, a dar una de las tantas ¨ miradas psicológicas ¨ que se puede al tema y que es el de la llamada ¨ hipocresía social ¨ ( actuar o fingir en la relación con el Otro). Muchos se escandalizaron cuando de la lectura de los ¨ cables diplomático ¨ surge que la relación de Estado a Estado (que reitero es en definitiva un vínculo humano) no es sincera . Pero se olvidan que no hay ¨ relación humana ¨ en la cual uno se brinde al Otro en forma total. La defensa de la individualidad, del psiquismo, hace que siempre uno oculte algo de su pensamiento con respecto a su interlocutor. Es lo que en alguna corriente psicológica se llama en alguno de los sentidos que le da: ¨ falso self ¨. Uno como parte de su estructura defensiva, no dice todo lo que piensa y siente del Otro. ¿Usted colega le dice al cliente lo que se le viene a la mente sobre él?. Sin dudas: no. El arte de la abogacía, le pide prudencia, cautela, encontrar el momento oportuno para decir cosas, o no decirlas nunca. Porque por encima de los sentimientos y deseos de uno hay un objetivo profesional y para ello – como sucede en la relación de los países – dejará ver lo conveniente para la labor profesional y guardará en su secreto lo que le es útil para su ejercicio de la abogacía siempre y cuando no sea revelado o publicado. Si uno se va de boca, y habla por demás, puede desmoronar la estrategia montada para el caso o litigio.
Tenga presente colega amiga o amigo, la hipocresía social ¨ es natural ¨ en la relaciones humanas profesionales también. Lo anti -natural es ser siempre ¨ transparente ¨. No digo con esto que uno debe ser un hipócrita o algo peor que es ser mentiroso. Sólo que la ¨ hipocresía social ¨ tal como fue explicada forma parte de la condición humana. De la suya abogada o abogado, de la mía. ¿Sabe?. Julián con su Wiki-goteo, no ha descubierto nada. Sólo muestra lo que el hombre es.
Hasta la próxima.
