“Me gustaría poder heredar pero no me lo puedo permitir”, esta frase se repite constantemente a lo largo y ancho de la geografía española, numerosos familiares ante las cuantiosas cargas que gravan los haberes hereditarios deciden renunciar a ella, se sumergen en un sentimiento luctuoso, se repiten pensamientos como «esto es lo poco que me han dejado mis seres queridos, han trabajado muchísimo, y ahora no puedo ni aceptar lo que por ley me corresponde» o » no puedo pagar esa cantidad, es imposible”.
Ahora bien, existe otra posibilidad, ¿Cual es?, simple y llanamente planificar y prever los problemas que pueden surgir en el futuro. A mi modo de ver, en este caso la mejor opción es la contratación de un abogado especialista en esta materia. Este profesional va a ser capaz de asesorar y proyectar todo el proceso hereditario, intentando en la medida de lo posible que sus clientes puedan obtener la parte que les corresponde de la herencia en las mejores condiciones posibles. Es evidente que este tema no es una cuestión baladí para muchas personas por lo que por parte del abogado se requiere una profesionalidad absoluta.
Un abogado especializado puede dar respuestas a múltiples preguntas, como por ejemplo, si es necesario hacer un testamento cerrado o abierto, que cláusulas perfeccionar en el testamento para adaptarlo de la mejor forma posible a los deseos del testador (cláusula Socini, etc.), en que lugar de España existen mayores beneficios fiscales en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, solventar cualquier tipo de disputa que se produzca durante el proceso de declaraciones de herederos, partición de la herencia, etc.
El sistema tributario español en lo que a sucesiones y donaciones se refiere, dicta mucho de ser igualitario y equitativo. Desde Europa ya se han pronunciado en la reciente sentencia del TJUE de 3 de septiembre de 2014 declarando que la regulación nacional en esta materia contraviene tanto el artículo 63 del TFUE como el artículo 40 del Acta sobre el Espacio Económico Europeo, al establecer diferencias en el trato de las donaciones (tanto en residentes como en no residentes). Por lo tanto, hasta que el estado Español se digne a modificar esta injusticia normativa tendremos que intentar amoldarnos lo mejor que podamos a las regulaciones que posea cada comunidad.
En el principio de este artículo, mencionaba la importancia de planificar, y a continuación van entender porque. Hay que aclarar que planificar, no equivale a defraudar, simplemente se trata de buscar la solución más satisfactoria para los intereses de nuestros clientes. Si usted posee una cantidad de bienes considerables, quizás debería saber que existen múltiples opciones para reducirla carga fiscal aplicable en el caso tanto de donaciones como de sucesiones. Una opción es crear una sociedad mercantil, para posteriormente incorporar en forma de capital o activos de la sociedad los bienes que se quieran heredar. Esta opción es muy recomendable ya que las participaciones sociales de sociedades mercantiles familiares están bonificadas casi en su totalidad. También es muy común, que cuando la persona que quiere dejar en herencia ciertos bienes cumple una edad avanzada, cambie su residencia a comunidades donde este impuesto es casi inexistente, como es el caso de la comunidad de Madrid. Evidentemente para poder heredar aplicando la normativa de esa comunidad es necesario cumplir una serie de requisitos, como un número mínimo de años de residencia, etc. Otra elección muy utilizada, es la repartir la herencia entre muchos familiares de la misma línea sucesoria, ya que al dividir se disminuye la carga impositiva para cada uno de los herederos.
Como vemos son muchos los mecanismos que se pueden utilizar para evitar fututos litigios o enfrentamientos familiares. La frase que mejor define todo este proceso hereditario es "MAS VALE PLANIFICAR ANTES QUE LAMENTAR". Por lo tanto, y en base a todo lo explicado anteriormente, desde mi punto de vista, no es suficiente contar con un abogado generalista que nos asesore, sino con un letrado especializado en la materia que conozca los últimos pronunciamientos judiciales, con experiencia en casos parecidos (un abogado especializado en herencias), y que cuando surjan dificultades sepa responder de forma rápida y eficiente.
