Miles de pequeños ahorradores pensaban que el producto financiero que contrataban tenía la garantía de un plazo fijo
Los bonos son emisiones de deuda que una entidad financiera hace con el fin de obtener liquidez para seguir operando en el mercado financiero. Se compromete a pagar una rentabilidad a los adquirentes pero con el riesgo de perder todo su dinero si la entidad no funciona correctamente o realiza malas inversiones.
En 2009, Banco Popular emitió y colocó Bonos Convertibles en acciones del propio Banco entre sus clientes bajo la premisa de estar contratando un producto sin riesgo, altamente rentable y cuya inversión se podía recuperar en cualquier momento sin pérdidas.
Es posible que a usted, al acudir a su oficina con el fin de realizar una gestión o contratar un plazo fijo, los empleados de la entidad le ofrecieran los Bonos Convertibles como un mejor producto, totalmente garantizado y mucho más rentable por estar promocionado por la propia entidad.
Posteriormente, en mayo de 2012, Banco Popular llamó a todos sus clientes para renovar aquel producto contratado en 2009 tan rentable, seguro y sin riesgo, con el fin de mantener a los inversores dentro de su cartera con un producto que ya en esas fechas estaba ocultando pérdidas importantes.
El producto que usted había "renovado" un año anterior tenía como fecha de vencimiento el pasado 25 de noviembre de 2015 cuando los Bonos Convertibles se canjearon por acciones del Banco Popular con unas pérdidas aproximadas del 81% del dinero que inicialmente usted invirtió. Estas pérdidas, aun compensándolas con los rendimientos o intereses percibidos desde el momento de la adquisición de los Bonos Convertibles, no cubren la inversión inicial por lo que en cualquier caso ha perdido parte de su dinero.
Si en la actualidad recibe en su casa información de su cuenta de valores que le indica que tiene contratadas Acciones del Banco Popular y no recuerda haberlas contratado es posible que usted contratase Bonos Convertibles pensando que era un plazo fijo.
Al igual que con las Preferentes o las Obligaciones Subordinadas, los inversores desconocían las características y riesgos de estos productos y contrataban recomendados por los empleados de la entidad que eran de su confianza.
Cuando una persona contrata sin tener conocimiento de lo realmente contratado por la falta de información que legalmente su entidad venía obligada a proporcionar y su condición de inversor minorista, legalmente el contrato no queda válidamente constituido por cuanto el consentimiento de una de las partes se encuentra viciado por error y la consecuencia de ello es la nulidad del mismo.
En la actualidad, ya ha habido sentencias, incluso de Audiencias Provinciales, que han declarado que personas minoristas tienen derecho a una restitución de su inversión con los intereses correspondientes por cuanto el contrato nunca fue válidamente constituido al haber contratado sin un verdadero conocimiento del producto contratado.
¿Qué documentación necesito para reclamar?
- Informe de la vida laboral u otra documentación que acredite sus conocimientos financieros.
- Orden de compra de Bonos Convertibles.
- Folleto informativo o tríptico que le fue entregado en el momento de la contratación.
- Test de idoneidad.
- Test de conveniencia.
- Calificación MIFID: minorista o profesional
- Extracto de su cuenta de valores (la puede obtener a través de la banca a distancia o solicitándola en su oficina).
Si no dispone de toda la documentación anterior no se preocupe, es normal, la mayoría de entidades financieras no cumplían con las exigencias legales de información y omitían determinados pasos.
Póngase en manos de un abogado, le ayudará a recuperar su dinero.
