A principios del mes de febrero, el Ministerio de Economía puso en marcha una nueva Orden Ministerial que establece un sistema de colores o números para clasificar el riesgo de los distintos activos financieros. Su objetivo, por tanto, es facilitar que los clientes puedan asociar el producto a un determinado nivel de riesgo con un solo vistazo.
Los productos se clasifican en 6 categorías, bien enumeradas de forma numérica (1 menos riesgo, 6 más riesgo) o bien por colores (verde oscuro menos riesgo, rojo oscuro más riesgo). Las entidades a las que aplica incluyen, entre otras, a entidades de asesoramiento de inversión, bancos, aseguradoras o gestoras de fondos de pensiones.
Figura 1. Clasificación del riesgo de los productos financieros
La clasificación de los productos depende de si el capital esta garantizado, vencimiento o rating del emisor. En relación a los productos a los que aplica la norma, es importante destacar que los derivados, fondos cotizados (ETFs) u otros activos que dependen de la evolución de un subyacente no entran dentro de la misma. La razón es que éstos contarán a partir de diciembre de 2016 con una normativa propia armonizada dentro de la Unión Europea, la "Packaged Retail and Insurance-based Investment Products" (PRIIPs, por sus siglas en inglés).
También se quedan fuera de la misma los fondos de inversión, por contar con su propia clasificación, o la deuda pública tanto española como de algún Estado Miembro de la UE, por considerarse muy segura.
Por otro lado, la clasificación de los productos va acompañada de distintos tipos de alertas respecto a la complejidad o grado de iliquidez del producto.
Figura 2. Alertas por liquidez y complejidad
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Símbolo |
Significado |
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Iliquidez. El producto solo garantiza la devolución del principal a vencimiento. La venta anticipada puede dar lugar a pérdidas. |
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Mayor grado de iliquidez. La venta anticipada no es posible o puede implicar pérdidas relevantes en el principal, bien por comisiones o por la necesidad de notificarlo con un plazo de preaviso. Dificultades para retirar los fondos de algunos activos |
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El producto financiero no es sencillo y puede ser difícil de comprender. |
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El producto es especialmente complejo y su adquisición no es adecuada para un inversor no profesional. |
Así, si un producto que no pueda venderse hasta vencimiento o que dicha venta conlleve pérdidas, la descripción del producto deberá incluir la alerta correspondiente.
Pese a que la Orden Ministerial da ciertas directrices sobre cómo clasificar los productos (en función del rating, vencimiento, etc.), es importante destacar que la decisión final de en qué categoría y qué alertas asignar a cada producto depende en última instancia de la entidad comercializadora.
