LegalToday

Por y para profesionales del Derecho

Portal jurídico de Aranzadi, por y para profesionales del Derecho

28/03/2024. 12:26:38

LegalToday

Por y para profesionales del Derecho

Casos absurdos de conflictos en derecho familiar que requerían mediación y no un juicio

Dibujo de dos personas hablándose con megáfonos

Por desgracia, los procesos de divorcio muchas veces se enfangan judicialmente en disputas ridículas. Lo peor de estas situaciones no es ya el gasto que supone para la Justicia, sufragada entre todos los españoles, sino el coste emocional que este tipo de batallas acaban generando en los hijos del matrimonio. Los abogado especialista en derecho de familia están acostumbrados este tipo de espectáculos esperpénticos, que fácilmente podrían haberse evitado tomando el camino de la mediación. Pero, ¿hasta qué cotas del absurdo son capaces de llegar algunos litigantes con tal de ganar la partida en los tribunales?

Los casos más ridículos que podrían haberse evitado con mediación

Un caso muy sonado entre los abogados de familia en barcelona es el de la disputa entre dos cónyuges que, en medio del proceso de divorcio, dirimieron la pertenencia de un diente de leche de su hijo. Al parecer, el padre reclamaba el derecho a que "el ratoncito Pérez" hubiera dejado el correspondiente regalo en su domicilio, en vez de en el de la madre. Al exigirle el diente para poder realizar el paripé, ésta se negó; y entonces él la demandó por malos tratos al menor, argumentando que había hecho todo lo que estaba en su mano para garantizar que el polémico diente se cayera durante los quince días que el pequeño pasaba en casa materna.

Los tribunales españoles están acostumbrados a vivir este tipo de situaciones bochornosas. Una de las fuentes más habituales de conflicto suele ser la estipulación de determinadas cuestiones como gastos ordinarios. Éstos son los que corresponden a los dos padres por igual; es decir, los que se han de sufragar a medias. Como es lógico, se trata de una categoría que abarca estudios, campamentos, actividades extraescolares y deportivas, pero no un helado que el niño se tomó durante un paseo con uno de los dos ex cónyuges. Pues bien, a menudo se llevan ante los jueces los gastos más absurdos debido a la incapacidad de los dos progenitores de llegar a un acuerdo sensato.

La solución: mediar

Todos los jueces coinciden en que la mediación es el camino para evitar esa clase de dislates, tan perjudiciales para las arcas públicas (y la paciencia de sus señorías) como para la estabilidad emocional de los menores a quienes la situación, ya trágica de por sí, arrolla de forma violenta e injusta. ¿Serán los padres capaces, en un futuro, de anteponer los intereses de sus hijos y el sentido común a las ganas de revancha? Lo ideal, de cara a la construcción de una sociedad sensata, sería que sí.

Valora este contenido.

Puntuación:

Sé el primero en puntuar este contenido.

RECOMENDAMOS