¿Qué ventajas encontramos en la realización de una coproducción con empresas extranjeras? La coproducción, ya sea nacional o internacional, es considerada como una de las formas de financiación directa de una película cinematográfica; a través de una coproducción, dos o más productores consiguen no sólo repartir los posibles riesgos que conlleva la producción de una película, sino también ampliar las opciones de explotación de la misma en los distintos mercados.
Por este motivo, uno de los objetivos principales de las regulaciones normativas en esta materia es el intentar facilitar que una película realizada en coproducción internacional pueda obtener dentro de cada país de origen de cada coproductor, las mismas ventajas y ayudas que las películas consideradas íntegramente nacionales.
En este sentido, la Ley del Cine vigente en España, junto con el Real Decreto que la desarrolla, con clara intención de potenciar las coproducciones internacionales, ha puesto especial interés en regular, de forma algo más flexible, los requisitos necesarios para la aprobación de las mismas, así como los trámites, procedimientos y condiciones para que las películas realizadas en coproducción con empresas extranjeras puedan obtener la nacionalidad española, y por lo tanto puedan acceder a las ayudas económicas previstas en esta Ley.
A pesar de ello, también es necesario señalar, que en España se ha regulado de tal forma que, en las coproducciones con empresas extranjeras, las ayudas sólo podrán ser solicitadas por el productor español o con domicilio o establecimiento permanente en España (en adelante Coproductor español), y una vez concedidas las mismas, dichas ayudas serán atribuidas exclusivamente a ese coproductor español, no admitiéndose pacto en contrario. Asimismo, se ha establecido que para el cómputo del importe concreto de las mismas se tendrá en cuenta únicamente los costes generados por la participación española siempre que hayan sido acreditados y reconocidos.
Sin embargo, esto nos lleva a una de las principales ventajas que tiene el realizar una coproducción con empresas extranjeras (toda empresa de nacionalidad no española o sin domicilio o establecimiento permanente en España), en lugar de una coproducción con otros productores españoles: la posibilidad que tiene el Coproductor español de optar, mediante la solicitud de las correspondientes ayudas o subvenciones, a la cantidad máxima establecida legalmente para cada película, sin tener que repartirla con otros coproductores españoles.
Por ejemplo, un productor puede solicitar para una misma película, entre otras ayudas, una Ayuda sobre Proyecto y posteriormente una Ayuda General para la Amortización de largometrajes y el importe acumulado de ambas ayudas que podrá percibir el productor no podrá superar la cantidad de un millón de euros (1.000.000 €).
En el caso de que se trate de una coproducción entre empresas españolas, la cantidad o el importe de las ayudas que percibirá cada Coproductor español serán en función de su porcentaje de participación, sin que la suma de las cantidades percibidas por todos ellos pueda superar el millón de euros establecido como importe máximo por película. (http://www.legaltoday.com/practica-juridica/penal/prop._intelectual/europa-avala-la-obligacion-impuesta-a-las-televisiones-de-financiar-el-cine)
Sin embargo, si se trata de una coproducción internacional en la que sólo exista un Coproductor español, éste, mediante la solicitud de ambas ayudas, podrá optar él sólo a la totalidad del importe máximo por película, pudiendo llegar a obtener un millón de euros si cumple con todos los requisitos necesarios establecidos legalmente para la obtención de dichas ayudas. Todo ello, sin perjuicio de las ayudas que puedan obtener para la misma película el resto de coproductores extranjeros en función de la normativa reguladora de esta materia en sus respectivos países.
