Cuando una empresa, por las circunstancias que sea, llega a la indeseable situación de no poder hacer frente a los pagos a sus acreedores se abre el escenario del concurso de acreedores, proceso encaminado a solucionar este problema.
Qué duda cabe de que el concurso es algo sumamente negativo para cualquier empresario y claro indicativo de que las cosas no marchan bien. Sin embargo, de entre lo negativo de esta situación se pueden extraer cuatro ventajas que la declaración del concurso supone para el deudor. Las vemos a continuación:
- Si es el propio deudor quien insta el concurso de acreedores conserva las facultades de administración y disposición de su patrimonio. Una vez que la empresa entra en suspensión de pagos tiene la obligación de instar el concurso; lo que se conoce como concurso voluntario. Cuando esto ocurre, el empresario conserva la capacidad para administrar su patrimonio aunque, eso sí, deberá contar con el beneplácito del administrador concursal.
Se trata de una situación incómoda, pero abismalmente distinta del escenario de suspensión o concurso necesario en el que es el administrador concursal quien pasa a gestionar directamente la empresa en lugar del deudor.
- Se suspende el devengo de intereses. Desde que es declarado el concurso de acreedores el concursado verá como los intereses de sus deudas quedan en suspenso hasta la finalización del proceso momento en el cual hay que hacer una doble distinción:
- Si el concurso finaliza mediante unacuerdo o convenioque no implique una quita de la deuda se puede pactar el cobro total o parcial de los interesescuyo devengo hubiese resultado suspendido calculados al tipo más favorable.
- Si, por el contrario, finaliza porliquidacióny resulta remanente después del pago de la totalidad delos créditos concursales, se satisfarán los referidos intereses calculados al tipo convencional.
- Se paralizan las ejecuciones de garantías reales. Esta medida tiene por finalidad velar por el deudor, para que pueda continuar con su actividad. También tiene vigencia desde la declaración del concurso y hasta que éste llegue a su término.
- Existe la posibilidad de alcanzar un acuerdo o convenio con los acreedores. Una de las dos formas que tiene de finalizar el concurso es a través de un convenio entre deudor y acreedor/es. La gran ventaja que obtiene el concursado de este fin es que puede pactar una quita de la deuda y/o un aplazamiento del pago que, en ocasiones, puede llegar a ser muy ventajosa. No obstante, hay que estar a cada caso concreto ya que de no ser esto posible habría que liquidar la empresa para pagar las deudas lo que supone la "muerte" de ésta.
