Es por todos conocido que los flujos de inversión entre España y los Estados Unidos de América adquieren una importancia mayúscula para los intereses de ambos estados: en 2018, el país norteamericano se sitúo como tercer destino de la inversión directa española en el extranjero; mientras que EEUU ocupó el primer puesto en stock de inversión directa en España.
Desde 2013, ambas partes tenían rubricado un Protocolo que modifica el viejo CDI de 1990 en aras de alcanzar una relación económica bilateral más acorde a la realidad económica vigente entre las compañías de ambos países.
Sin embargo, mientras que en España el Protocolo fue ratificado en 2014, el Senado de EEUU ha mantenido bloqueada la tramitación legislativa del mismo hasta que, el pasado 16 de julio, se votara a favor de su aprobación.
En este contexto, y ante la aparentemente próxima ratificación del Protocolo por las cámaras legislativas estadounidenses, Marcos González Villarreal, abogado fiscalista en CIALT, realiza una breve aproximación a los principales beneficios que el mismo ofrecerá a las compañías que inviertan al otro lado del Atlántico.
