Desde 1994 las autoridades comunitarias vienen confiriendo una gran importancia a la actuación de las aduanas en la lucha contra el tráfico de mercancía vulneradora de derechos de propiedad industrial o intelectual (tradicionalmente conocida como mercancía falsa).
Eran pocos los que por aquel entonces creían que la intervención de las aduanas pudiera suponer una herramienta de represión útil, cuando el transcurso del tiempo ha demostrado que no sólo resulta útil sino que se ha convertido en una de las más eficaces, quedando demostrado por la práctica diaria, la cual encuentra reflejo en las estadísticas oficiales que anualmente se dan a conocer.
En mayo de 2008, la Taxation and Customs Union (organismo integrado en la Comisión Europea) publicó las últimas estadísticas sobre las actuaciones llevadas a cabo por las aduanas comunitarias contra la importación de mercancía falsa durante 2007. Un examen de las mismas demuestra: a) que la actuación de las aduanas contribuyó a generar un descenso del número total de mercancías falsas importadas; b) que ha aumentado el número de solicitudes de intervención aduanera formuladas por los titulares de derechos.
Además de lo anterior, conviene prestar atención a un importante dato que recogen dichas estadísticas. Estas, a pesar de constatar la continuidad en la importación de productos textiles y de lujo (los tradicionales), también alertan sobre un alarmante incremento de la importación de otro tipo de mercancía falsa tal como medicamentos, cosméticos, juguetes, componentes electrónicos y para ordenadores. Y resulta alarmante por cuanto son productos cuya utilización atenta en la mayoría de los casos contra la salud y seguridad de los consumidores, habida cuenta su más que probada falta de calidad.
Esto demuestra que la comercialización de mercancías falsas ha dejado de ser un problema que afecta exclusivamente a las multinacionales de productos de lujo, para pasar a afectar a productos de gran consumo, sector en el que los piratas han descubierto un filón.
Los datos contenidos en dichas estadísticas también han calado en el seno del Consejo Europeo, quien por medio de una reciente resolución [Plan de acción aduanero de la UE para luchar contra la vulneración de los derechos de propiedad industrial e intelectual, para el periodo 2009-2012, de 16 de marzo de 2009]. que dio a conocer el pasado 25 de marzo de 2009, propone una serie de medidas tendentes a reforzar y mejorar la actuación de las aduanas, que pasan por la mejora y, en su caso, modificación de la normativa sobre la materia; mejora de la cooperación con los titulares; intensificación de la cooperación entre las aduanas comunitarias y las de terceros países; desarrollo de una mayor cooperación a nivel internacional; más y mejores campañas de difusión y sensibilización; formación de los funcionarios; y dar respuesta la problema del aumento de mercancía falsa a través de internet.
Paralelamente al incremento de la importación de productos de gran consumo, la otra gran preocupación es la contribución de las nuevas tecnologías, y más concretamente de Internet, a la piratería industrial. Y es que efectivamente, se ha verificado que cada vez se producen más ventas, si bien de menos unidades, a través de la Red, cuestión que en la práctica suele generar problemas de índole operativo, o por falta de regulación o por insuficiencia de la existente.
El Consejo a través de la referida Resolución invita a la Comisión y a los Estados miembros para llevar a efecto el plan que se contiene en la misma. Ahora es, especialmente, la Comisión la que debe mover ficha.
Mientras tanto, deberemos seguir trabajando con la normativa y procedimientos que en la actualidad el legislador pone a nuestra disposición, destacando de entre todos el Reglamento CE 1383/2003, que regula intervención de las autoridades aduaneras de mercancías susceptibles de vulnerar derechos de exclusiva, que se perfila como la herramienta más eficaz para reprimir la importación de mercancía falsa.
