La abogacía pro bono de interés público, es el ejercicio de la profesión de abogado de manera gratuita en causas vinculadas con la defensa del interés público. La expresión latina Pro bono se refiere a acciones realizadas “por el bien público”.
El desinterés económico se funda en la causa que se defiende, tales como la defensa del medio ambiente, la lucha contra la pobreza y la discriminación, las persecuciones raciales, o la vigencia de valores del Estado de Derecho.
Las causas son variopintas, pero todas afectan a la humanidad, en mayor o menor grado, dependiendo del país en que se habite. Muchas son las firmas legales que se han volcado íntegramente en ello, a lo largo de la última década, unas originarias de países menos adelantados, otras de naciones empobrecidas y también de las potencias más avanzadas del planeta.
Las firmas legales opulentas quizás lo hagan para obtener publicidad gratuita, ganar reputación ética o bien intercambiar perspectivas sobre una misma causa con colegas de otro país hermano y los asesores legales desdichados posiblemente lo conciban con el fin de ayudar a sus contemporáneos, a su nación o a su futura estirpe.
Sea como fuere, todos salen ganando, las poblaciones desfavorecidas gracias a ello cambian de rango dentro de la estructura social, elevándose a estratos superiores con el tiempo y alcanzando finalmente la tan ansiada autosuficiencia. Se pretende abordar el problema desde la pobreza con la idea de dar la caña y no el pez.
Países como China, Reino Unido, Albania, Portugal, Australia o Etiopía han participado del experimento pro-bono, tanto como solicitantes del servicio jurídico, como asesores legales en temas tan diversos como la jurisprudencia para el Tribunal Estatal de Bosnia-Herzegovina; la transparencia y acceso a la información pública en el Senado de la Nación Argentina; la caridad con inversión; la ayuda de Greenpeace a la campaña China para detener el daño ambiental; la alianza para el proyecto internacional contra el VIH; el proyecto de reforma legal de Kosovo; los cursos on-line para jueces latinoamericanos o el apoyo local de microfinanzas, entre otras.
El asunto
está tan extendido y parece ser tan eficaz, que en algunos países como Chile,
ya se ha creado una Ley "Sobre Asociaciones y Participación Ciudadana
en la Gestión Pública".
El mundo parece que se esté desmoronando pero actuaciones como la abogacía pro-bono crean fe para un mundo mejor, como dice el refrán, "hace más ruido un árbol cayendo que mil creciendo", por lo que grandes hazañas como ésta, pueden ayudar a crear el bosque del mañana.
