LegalToday

Por y para profesionales del Derecho

Portal jurídico de Aranzadi, por y para profesionales del Derecho

28/03/2024. 10:46:52

LegalToday

Por y para profesionales del Derecho

Sobre bancos, recogida de datos y vida conyugal

La Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal exige que los datos recogidos sean adecuados, pertinentes y no excesivos.

Un muñeco delante de una fila de candados rojos cerrados

Esta imposición se encuentra regulada en el artículo 4.1 -Calidad de los datos- de dicha ley, a cuyo tenor:

    "Los datos de carácter personal sólo se podrán recoger para su tratamiento, así como someterlos a dicho tratamiento, cuando sean adecuados, pertinentes y no excesivos en relación con el ámbito y las finalidades determinadas, explicitadas y legítimas para las que se hayan obtenido."

El pasado 30 de abril de 2015, era la fecha tope en que todos los bancos debían tener en su poder una fotocopia del D.N.I. de sus clientes, trámite requerido en aplicación de la normativa contra el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo (Ley 10/20120). Pero ha habido entidades como, por ejemplo, el BBVA que han exigido documentación complementaria acreditativa de la actividad económica o profesional: última nómina, un formulario cumplimentado de IVA, un I.A.E. reciente y además, que se les informase acerca de cuánto se declaraba en renta al año. 

Por el contrario, otras entidades se han limitado a escanear el D.N.I. original que les han llevado sus clientes.

Estas diferencias ponen  claramente en evidencia que:

    a.- Alguna entidad ha pecado por  exceso (lo más probable) o, por el contrario, otras por defecto.

    b.- El sistema de control del Banco de España no debe estar obligado a supervisar estas prácticas.

    c.- Que cuando se declara la estructura de fichero por una entidad, como es un banco, nadie se molesta en leer esa declaración porque o una tiene campos de más u otra tiene campos de menos.

El criterio de adecuación exige que exista proporcionalidad entre los datos y el tratamiento. En otras palabras, si tengo una cuenta solamente para comprar en Internet, con un saldo medio de 100€, donde hago ingresos esporádicos, cada vez que compro algo, declarada la intención y aceptada  por el Banco, éste no debería preguntar más.

Existen cuentas y Bancos, muy anunciados, como EVO, que pretendiendo ser "tu" banco, con un carácter absorbente, pueden negarse (y lo hacen) a abrir una cuenta sólo para pagos por Internet. Si me interesa su producto puede ser necesario facilitar datos de mi renta y si no me interesa  me dicen educadamente que no soy su perfil de cliente.

Tengo un amigo que dice "todo matrimonio se sostiene sobre una adecuada caja B". La caja "B" de mi amigo (declarada como ingreso del trabajo a la Hacienda Pública y ocultada a su cónyuge) siempre se ha destinado a pagar la diferencia entre los 100€ que le asegura a su mujer que cuesta una  cacería y los 3.500€ que realmente vale.

Antes su caja "B" se encontraba en el armario de las escopetas, donde su mujer nunca se acercaba, la chica nunca limpiaba, y como estaba cerrado con llave, nadie abría.

Pero, primero, se limitaron los pagos en efectivo a 2.500 € y mi amigo comenzó a tener problemas a la hora de pagar sus cacerías. Luego, intentó abrir una cuenta pero pensó que cuando llegase la información de la renta, su mujer podría ver unos intereses desconocidos. Mi amigo, en un ejercicio de "transparencia",  nunca le había ocultado a su mujer la información fiscal, se limitaba a tener su caja "B" en el armario de las escopetas, a buen recaudo. Si ahora cambiaba de actitud, ella iba a empezar a pensar mal, incluso podría llegar a imaginar que tenía una amante cuando él solamente le ha engañado con el coste de las cacerías. Como solución quiso abrir una cuenta donde no hubiera intereses, así no aparecerían en la información fiscal, una cuenta con cero intereses no llamaría la atención de su esposa pues ella lo controla todo, pero por encima. Cual sería la sorpresa de mi amigo cuando descubrió que no hay cuentas sin retribución de intereses o, al menos, él no la encontró.

 La conclusión ha sido que ha dejado de ir de caza, porque las cacerías de 2.499€ no le gustan. De hecho, alguna empresa habrá quebrado, porque unas cuantas personas como mi amigo podrían ser toda su facturación anual. Como mi amigo no se "desfoga" con la caza y pasa todos los fines de semana en casa, está a punto de separarse debido a un empacho de culebrones. Ha perdido muchos amigos, porque las impertinencias de su carácter (ninguna excesivamente grave) se perdonaban con las cabezas de jabalí de la cacerías de 3.500, que regalaba. A él lo que realmente le gusta es "el lance de la caza", no acumular trofeos, no fuera a ser que un día cualquiera su mujer se decidiera  a contarlos 

En definitiva, una cosa es que Hacienda pueda verificar los ingresos, que no controlar el modo de vida de las personas, otra que los datos recogidos sean pertinentes y no excesivos, y otra distinta que por el resultado global nos obliguen a declarar públicamente lo que no queremos, nos obliguen a confesar lo que no tenemos obligación de reconocer, y que llevamos años ocultando, nos fuercen a modificar el "convenio colectivo" con el cónyuge y los amigos, y nos impida ponernos esa careta social que nos hacía la vida agradable, que nos permitía chulearnos en el Bar de ser el mejor cazador, el que más piezas conseguía y a un coste menor, y que también nos permitía comentar con orgullo nuestras  hazañas a los hijos sin que la mujer protestara.

Alguien, en algún sitio, de alguna manera, por el resultado, vemos que está recogiendo datos no pertinentes, datos excesivos, y les está dando publicidad, porque la realidad demuestra que no puedo vivir como antes, ganando lo mismo y declarándolo todo, pues como trabajador por cuenta ajena, todos mis datos e ingresos están perfectamente controlados.

NOTA: Finalmente, añadir que hay otra persona realmente damnificada es la mujer de mi amigo, que evidentemente es más lista, y quien ha escrito este párrafo adicional. Siempre ha sabido que las cacerías valían 3.500€ e incluso más pero, ahora, ya no puede "distraer" cantidades similares del presupuesto familiar para comprarse el bolso de marca o el modelazo de firma que, por supuesto, siempre  aseguraba a su marido haber encontrado en las rebajas por 100€, "lo mismo que tus cacerías", decía…

Valora este contenido.

Puntuación:

Sé el primero en puntuar este contenido.