Hoy más que nunca debemos elegir dónde es mejor resolver los conflictos laborales: ¿en su origen o en el juzgado de lo Social? Es un hecho que un mismo despido, realizado en las mismas circunstancias, puede tener una solución en el Juzgado de lo Social nº 1 de la localidad que corresponda y otra solución diferente en el Juzgado de lo Social nº 2.
Esta incertidumbre jurídica no es querida por las empresas, y por ello, debemos actuar en consecuencia. Si el abogado laboralista no puede controlar la disparidad judicial de criterios ante supuestos iguales, debe actuar dónde puede controlar el conflicto, es decir, en su origen.
Esta es la Abogacía preventiva: actuar en el origen del conflicto y la realidad, es que desde nuestra experiencia, es eficaz. Funciona. Se solucionan un mayor número de conflictos antes de que llegue al Juzgado. Y en el peor de los casos, si tenemos que defenderlo ante el Juzgado de lo Social, la preparación es perfecta, porque se ha previsto todo desde el inicio.
Desde un punto de vista práctico, a día de hoy, a nuestro juicio, la Abogacía preventiva tiene dos retos en el siglo XXI: personalizar la información (ante el desbordamiento de información que sufrimos y resolver las dudas del día a día con más agilidad y exhaustividad).