Las nuevas sanciones que la UE ha impuesto a Rusia por su presunta participación en la desestabilización de la situación en Ucrania, y que por otra parte no han recogido la versión más dura propugnada por algunos Gobiernos, recaen sobre los mismos sectores ya afectados por las medidas sancionadoras del pasado mes de julio: productos y tecnologías de doble uso, tecnologías para extraer petróleo en aguas profundas, material militar y determinados servicios financieros.
Pese a ello, se introduce novedades como son la de la prohibición de suministrar productos y tecnologías de doble uso a una serie de organismos rusos tales como JSC Kalashnikov o JSC Sirius. Además, se prohíbe igualmente prestar asistencia técnica, servicios de intermediación, de mantenimiento y especialmente proporcionar financiación o asistencia financiera de cualquier modo (subvenciones, préstamos, seguros de crédito a la exportación, etc.) a una serie de empresas.
Estas prohibiciones no se aplican a los contratos celebrados antes del 12 de septiembre de 2014 ni a los suministros para el sector aeronáutico y la industria espacial. Tampoco afectan al mantenimiento y la seguridad de las capacidades nucleares civiles existentes dentro de la UE.
Sector energético
En el ámbito de la extracción de petróleo se prohíbe prestar servicios de perforación, pruebas de pozos, cortes y servicios de acabado y suministrar buques flotantes especializados necesarios para la prospección y producción de petróleo en aguas profundas, en el Ártico o para proyectos relacionados con el petróleo de esquisto en Rusia.
Igualmente, estas nuevas restricciones no se aplican a los contratos celebrados antes del 12 de septiembre de 2014 ni cuando los servicios sean necesarios para la prevención o mitigación urgente de un suceso que pueda tener una repercusión grave e importante en la salud o seguridad humanas o en el medio ambiente.
Material militar
Se introduce la prohibición de proporcionar financiación o asistencia financiera en cualquier modalidad (subvenciones, préstamos, seguros a la exportación, etc.), así como seguros y reaseguros para cualquier operación de suministro a personas o entidades rusas o para su utilización en Rusia en relación con los productos y materiales enumerados en la Lista Común Militar.
Servicios financieros
Es este campo el que ha conocido una mayor ampliación y endurecimiento de las sanciones. Manteniéndose las limitaciones anteriores, quedan prohibidas la compra, venta, intermediación o prestación de asistencia en la emisión, o cualquier otra forma de negociación en relación con instrumentos financieros con vencimiento a más de 30 días emitidos después del 12 de septiembre de 2014 por grandes entidades de crédito establecidas en Rusia, con más de un 50% de propiedad o control público; y por personas jurídicas, entidades u organismos establecidos fuera de la UE que sean propiedad directa o indirectamente en más del 50% de una entidad enumerada en los anexos de la resolución de sanciones, incluyendo también a intermediarios.
Pero las sanciones en este ámbito se han extendido también a otros tipos de empresas. En concreto se prohíben las operaciones financieras por empresas establecidas en Rusia dedicadas al diseño, producción, venta o exportación de equipo o servicios militares, excepto las dedicadas a los sectores espacial o de la energía nuclear; y entidades establecidas en Rusia sujetas a control público o con más del 50% de propiedad pública que posean activos superiores a un billón de rublos y cuyos ingresos provengan en un 50% de la venta o transporte de petróleo o productos petrolíferos. Esta medida, que incluye también a los intermediarios, afecta a empresas como Rosneft o Gazprom Neft.
Prohibición de préstamos o créditos
Además, queda prohibido celebrar o participar en acuerdos cuya finalidad sea otorgar préstamos o créditos con vencimiento a más de 30 días, exceptuando los que tengan por objeto específico y documentado financiar importaciones o exportaciones no prohibidas de bienes y servicios no financieros entre la UE y Rusia, o proporcionar financiación de emergencia para cumplir criterios de liquidez y solvencia por parte de entidades establecidas en la UE cuya propiedad pertenezca en más de un 50%.
También hay que recordar que en la misma resolución de sanciones aparecen otras disposiciones que sancionan acciones que presuntamente menoscaban la integridad de Ucrania y en las que se incluyen, por motivos bastante sorprendentes como es, entre otros, manifestar opiniones políticas, a más de una decena de personas físicas de nacionalidad rusa.
No podemos terminar sin poner de relieve que la UE ha dado un importante paso en sus sanciones a Rusia justamente cuando se vislumbran esperanzadoras expectativas para la paz en el Este de Ucrania.
