Moscú dijo el jueves que las sanciones a Rusia tendrían que ser revisadas si atendiera un llamamiento de la ONU para abrir el acceso a los puertos ucranianos del Mar Negro para que el grano pueda ser exportado, según un informe de la agencia de noticias Interfax.
Ucrania, uno de los mayores productores de granos del mundo, solía exportar la mayoría de sus productos a través de sus puertos marítimos, pero desde que Rusia envió tropas a Ucrania, se ha visto obligada a exportar en tren o a través de sus pequeños puertos del río Danubio.
El jefe de alimentos de la ONU, David Beasley, apeló el miércoles al presidente ruso, Vladimir Putin, diciendo: «Si tiene algún corazón, por favor abra estos puertos».
El Programa Mundial de Alimentos de Beasley alimenta a unos 125 millones de personas y compra el 50% de su grano de Ucrania.
Interfax citó al viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Andrei Rudenko, diciendo: «No solo hay que apelar a la Federación Rusa, sino también mirar profundamente todo el complejo de razones que causaron la actual crisis alimentaria y, en primera instancia, estas son las sanciones que han sido impuestas contra Rusia por los Estados Unidos y la UE que interfieren con el libre comercio normal, abarcando productos alimenticios como el trigo, los fertilizantes y otros».
La decisión de Rusia de enviar sus tropas a Ucrania hace casi tres meses ha impedido que Ucrania utilice sus principales puertos en los mares Negro y Azov, y ha reducido sus exportaciones de granos este mes en más de la mitad en comparación con hace un año.
Rusia y Ucrania juntas representan casi un tercio de los suministros mundiales de trigo. Ucrania también es un importante exportador de maíz, cebada, aceite de girasol y aceite de colza, mientras que Rusia y Bielorrusia, que ha respaldado a Moscú en su intervención en Ucrania y también está bajo sanciones, representan más del 40% de las exportaciones mundiales de potasa nutriente del cultivo.
