nº 1.010 - 26 de septiembre de 2024
Reseña de la obra ‘El Banquero Anarquista’ de Fernando Pessoa
Naia Delgado Estrella. Alumna de 2º curso de Derecho con especialidad en TICs Skills for International Lawyers (Universidad de Deusto)
En el escenario literario de El Banquero Anarquista de Fernando Pessoa, nos sumergimos en un diálogo inusual entre un narrador y un banquero que abraza el anarquismo como principio rector. La trama aparentemente sencilla despliega una compleja danza de ideas, desafiando las convenciones y llevando al lector por el laberinto de la filosofía jurídica.
En este relato, el banquero anarquista, con su retórica afilada como una hoja de navaja, expone una visión radical sobre la anarquía y su relación con el sistema legal. A medida que avanza la conversación, se revela una apasionante exploración de la libertad individual, la justicia, la igualdad y la seguridad jurídica. La narrativa se convierte así en un foro de pensamiento donde las ideas chocan y se entrelazan, desafiando las percepciones convencionales.
Desde mi perspectiva, El Banquero Anarquista no solo es una obra literaria intrigante, sino también una herramienta provocadora que invita a los juristas a cuestionar las bases mismas de su disciplina. La narrativa desafía la noción tradicional de orden legal, incitando a reflexionar sobre la verdadera esencia de la justicia y la libertad. La obra actúa como un espejo que refleja las grietas en las estructuras legales establecidas, obligando al lector jurista a confrontar sus propias convicciones.
En la prosa de Pessoa, cada palabra es una pincelada que contribuye a la creación de un retrato filosófico. La justicia, presentada no como un concepto inmutable, sino como una entidad en constante evolución, se convierte en el centro del diálogo. La libertad, escondida en cada línea, es explorada como un derecho inherente que desafía las restricciones impuestas por las normas establecidas.
La igualdad se manifiesta como una búsqueda constante en el discurso del banquero anarquista, no en la uniformidad impuesta, sino en el reconocimiento y respeto de la diversidad individual. La seguridad jurídica, en lugar de ser una fortaleza inquebrantable, se presenta como un concepto maleable, sujeto a la crítica y a la adaptación a las necesidades cambiantes de la sociedad.
En última instancia, El Banquero Anarquista se puede entender como un compañero literario que enriquece no solo la comprensión del derecho, sino también la formación
personal del lector jurista al impulsar la exploración constante de los valores fundamentales como la justicia o la libertad.
Esta obra, lejos de dar respuestas, siembra preguntas e invita a los juristas a mirar más allá de las palabras escritas en códigos y estatutos, a sumergirse en la esencia misma del derecho, donde la verdad yace en la reflexión crítica y la búsqueda incesante de un orden más justo y equitativo. ■