nº 1.011 - 31 de octubre de 2024
‘Kokoro’ de Natsume Sōseki
Lucas Gonzalo Taboada. Alumno tercer curso Grado de Derecho + Especialidad Económica. Universidad de Deusto
Kokoro es la obra culmen de la carrera de Natsume Soseki, el escritor indudablemente más prolífico de la literatura japonesa moderna. En esta obra, el autor desarrolla una historia en tres partes, una narración de claro corte costumbrista en la que se nos va relatando la evolución de la relación de un joven estudiante con un hombre al que venera sumamente: «sensei».
Desde el momento en el que se conocen, el protagonista queda encantado por la figura de este hombre; un maestro por el que el joven siente una admiración profunda. Sin embargo, desde bien entrado el relato, «sensei» advierte al muchacho de que no merece tal devoción pues, como se irá narrando en la tercera parte, su figura tiene sus luces y sombras: una persona que, en definitiva, como todos, es imperfecta y considera desmedida la admiración que el joven estudiante siente hacia él.
Asimismo, cabe señalar que, desde nuestra cosmovisión occidental, puede resultar difícil sentirse identificado con los acontecimientos de la obra: no solo hablamos de un país, Japón, radicalmente diferente al nuestro (con su propia cultura, tradiciones y usos sociales muy particulares), sino que, además, se ambienta hace aproximadamente un siglo, en el cambio de era del periodo Meiji (fundamental en la modernización y transformación que dio lugar al país que conocemos en la actualidad) al breve periodo Taisho.
Por otro lado, desde una perspectiva puramente jurídica, si bien es cierto que la profundización que se realiza sobre la psique de los personajes no deja intuir una gran carga jurídica en el relato, lo cierto es que se tratan varios temas destacables a este respecto. La historia hace hincapié en la necesidad de hacer constar las últimas voluntades en un testamento que refleje la voluntad real del difunto y que evite así futuros conflictos intrafamiliares.
Asimismo, se trata brevemente la concepción que existe en el Japón de la época sobre los sistemas de adopción: muchas veces empleados como herramientas para facilitar o garantizar la subida del infante en el escalafón social.
En definitiva, Natsume plantea a través de la perspectiva de un joven estudiante un relato costumbrista en el que se relata la evolución de la relación que este tiene con un señor al que venera. Todo ello, al tiempo que profundiza en el carácter de cada personaje, dándole una gran importancia no a lo que los individuos hacen, sino al porqué de dichas acciones.
En este sentido, me gustaría finalizar esta reseña señalando otra obra que me ha parecido innegablemente próxima a Kokoro, «Perfect Day»: una película realmente costumbrista en el que seguimos el día a día de un limpiador de urinarios públicos de Japón. Y es que, tanto en una como en otra obra, el lector o espectador no debe buscar una trama trepidante, sino que debe apreciar los matices de la forma de ser de cada personaje al tiempo que disfruta de ir conociéndolos más profundamente. ■