nº 1.013 - 27 de diciembre de 2024
«Las empresas necesitan seguridad jurídica para desarrollar sus proyectos empresariales»
David Asín Martínez. Socio-director del departamento fiscal de ARPA Abogados Consultores
David Asín Martínez es socio-director del departamento fiscal de ARPA Abogados Consultores. Este despacho, con más 30 de años de experiencia y sedes en Pamplona, Madrid y San Sebastián, cuenta con más de 90 profesionales especializados en distintas áreas del derecho, la economía y la consultoría. Forma parte de las redes Latiam y Eurojuris Internacional y ha sido reconocido en Chambers Europe 2024 por su excelencia en el asesoramiento empresarial. Asín Martínez, con 16 años de experiencia en el ámbito fiscal, se incorporó al despacho en 2012 y dirige el departamento fiscal desde hace cuatro años.
«Las empresas requieren un asesoramiento fiscal proactivo y especializado para enfrentar la constante evolución normativa y las incertidumbres del entorno global»
«El conocimiento técnico especializado es clave ante un panorama normativo cada vez más complejo»
Para comenzar, ¿nos podría contar el origen del despacho y su situación actual, así como los principales servicios que ofrecen en el área fiscal?
El despacho comenzó su andadura en Pamplona en el año 1991 (uno de sus fundadores, José Antonio Arrieta Garnica, acaba de recibir el Premio a la Trayectoria Empresarial y Profesional que concede anualmente la Cámara de Comercio de Navarra) y se ha consolidado como uno de los principales despachos de la Comunidad Foral, con 16 áreas de práctica y 12 equipos multidisciplinares, lo cual nos permite prestar un servicio integral a nuestros clientes.
En el área fiscal prestamos un servicio de asesoramiento al cliente adaptado a sus necesidades en función de su tipología (sociedades mercantiles, cooperativas, fundaciones, personas físicas con grandes patrimonios, etc.), intereses y ámbito de actuación. Por nuestra experiencia en diferentes ámbitos y sectores (empresas familiares, sector agroalimentario, energías renovables, etc.), podemos prestar un servicio altamente especializado.
Actualmente, contamos con un equipo de más de 90 profesionales y cerramos el año 2024 con una actividad intensa y exigente, marcada por un gran esfuerzo por parte de nuestros equipos. Hemos experimentado un crecimiento en la facturación en todas nuestras sedes y mantenemos unas expectativas muy positivas para el próximo año.
A nivel personal, ¿qué le motiva más de su trabajo diario como socio-director del departamento fiscal? ¿Qué le hace sentir que están cumpliendo con su misión y ofreciendo un servicio de calidad a sus clientes?
La posibilidad de desarrollarte profesionalmente, involucrándote en los proyectos empresariales de los clientes, aportando valor y ganándose su confianza, siendo parte de sus proyectos, es algo verdaderamente ilusionante, gratificante y motivador. Es una labor que, aunque muy exigente, resulta enormemente satisfactoria e implica un gran compromiso y responsabilidad. Además, el hecho de poder llevarla a cabo junto a un equipo de grandes profesionales y magníficas personas, con los que poder afrontar cualquier reto profesional, y, por otra parte, ser partícipe en el crecimiento conjunto de los proyectos empresariales de nuestros clientes y del nuestro propio, es una fuente de gran motivación y orgullo.
¿Qué aspectos considera clave para que su despacho no solo sea un proveedor de servicios fiscales, sino un verdadero aliado estratégico para sus clientes?
Creo que la clave es poner en práctica nuestra misión y valores. Ponemos en nuestro trabajo conocimiento y corazón, comprometiéndonos con el cliente, acompañándole de cerca en sus proyectos. Nos esforzamos en ganarnos la confianza del cliente para gestionar mejor sus intereses y ayudarle en sus proyectos y objetivos empresariales. Resulta imprescindible conocer al cliente, poniéndose en su lugar e identificar claramente sus necesidades para satisfacerlas, siendo proactivos y propositivos. En definitiva, resulta clave aportar valor al cliente y que te sienta cerca.
¿Cuáles considera que son los principales desafíos que enfrentan actualmente las empresas en el ámbito tributario?
Las empresas necesitan seguridad jurídica para desarrollar sus proyectos empresariales. Nos encontramos ante una constante evolución normativa, a nivel nacional e internacional, cada vez más compleja y exigente para las empresas. Las empresas tienen que convivir con una producción continua de normativa, criterios administrativos y resoluciones judiciales que influyen directamente en su estrategia fiscal.
Ello exige un conocimiento técnico especializado actualizado que solo puede alcanzarse a través de una actitud proactiva, preventiva, de anticipación y formación continua que permita la toma de decisiones en el ámbito fiscal en cada momento, ante entornos que pueden resultar cambiantes o incluso ante situaciones de escasa certidumbre presente o futura. Todo ello en un entorno global, donde las políticas fiscales traspasan fronteras.
Por otra parte, la digitalización y la inteligencia artificial seguirán impactando en los procesos de gestión fiscal de las empresas y en su relación con las distintas administraciones fiscales, por lo que deben ser conscientes del impacto directo que tiene la tecnología en el cumplimiento de las obligaciones fiscales, debiéndose analizar su correcta utilización con objeto de eludir cualquier error o incumplimiento, observándose este proceso como una oportunidad para la organización.
¿Qué asuntos le ocupan en esta recta final del año? ¿Qué inquietudes observa en los clientes? ¿Ha observado un incremento de la litigiosidad en los últimos tiempos?
Todos sabemos que la recta final de año es muy exigente; cuestión distinta sería precisar cuándo empieza dicha recta final (ríe). Los temas son múltiples y variados: indudablemente, las operaciones de reestructuración empresarial y M&A ocupan una gran parte de nuestro tiempo; la revisión de estructuras familiares a efectos del régimen de empresa familiar; inspecciones; reclamaciones administrativas y jurisdiccionales; análisis de inversiones en el ámbito cultural y de I+D+i; cuestiones sobre movilidad internacional y medidas de atracción y retención de talento; consultas sobre la imposición mínima global (ámbito ciertamente complejo); el nuevo impuesto a la banca; el impuesto al plástico; VERIFACTU, etc.
La variedad de asuntos es amplísima y la complejidad, en algunos casos, muy alta. A ello le podemos añadir cierta dosis de inseguridad jurídica provocada por esa complejidad normativa (o, en ocasiones, deficiente técnica legislativa) y por la aparición de criterios, en ocasiones, distorsionadores de la seguridad jurídica. Todo ello supone un gran reto en el desempeño de nuestro trabajo. Como asesores, desde el máximo rigor jurídico, debemos ofrecer soluciones a nuestros clientes, en ocasiones, en circunstancias de inseguridad jurídica. Sin embargo, creo que tanto los clientes como los asesores nos hemos acostumbrado a vivir con ello y tenemos una gran capacidad de adaptación ante los cambios. Sí que es cierto, en todo caso, que hemos observado un incremento de la litigiosidad, motivado por lo anterior, así como el propio auge del control tributario a nivel nacional e internacional.
De cara al 2025, ¿cuáles cree que serán las novedades o cuestiones fiscales que tendrán más impacto?
El mayor o menor impacto dependerá las circunstancias del cliente. La implementación del VERIFACTU creo que afectará a un gran número de contribuyentes y, si bien es cierto que supone, en algunos casos, un esfuerzo de adaptabilidad tecnológica, puede resultar una gran oportunidad para las empresas en términos de revisión de procesos, eficiencia, seguridad y cumplimiento normativo. Particularmente por su complejidad, sin perjuicio de que pueda afectar a un menor (o no tan menor) número de contribuyentes, creo que hablaremos mucho sobre el impuesto mínimo global.
Por otro lado, habrá que estar muy atento a la evolución de criterios administrativos y/o judiciales, entre otros, en el ámbito de las operaciones de reestructuración y el régimen de empresa familiar. ■