nº 1.014 - 30 de enero de 2025
«Hay asuntos que requieren un ‘expertise’ no basado únicamente en la técnica legal, sino en conocer al cliente»
Vicente Sebastián Ruiz. Managing partner de Zafo Law
Vicente Sebastián Ruiz es en la actualidad managing partner de Zafo Law, un bufete de abogados que cuenta con tres oficinas: Barcelona (2004), Alicante (2006) y Marbella (2013). Es un bufete multidisciplinar totalmente orientado a los clientes escandinavos con necesidades de asesoramiento legal en España. En su práctica legal, Vicente está especializado en derecho y litigación mercantil, asesorando desde 1997 a proyectos escandinavos que se implantan o realizando operaciones societarias en España. Desde 2012 es secretario de la Junta Directiva del Círculo Empresarial Danés de Barcelona.
«Dinamarca, como Suecia o Noruega, destacan por tener una administración muy dinámica y ágil, tanto la tributaria como la de justicia»
«El mercado jurídico-legal escandinavo, así como legislación están basados en la confianza»
¿Podría contarnos un poco sobre su trayectoria profesional y cómo llegó a ser managing partner de Zafo Law España?
Mi historia profesional se inicia al acabar un master en Derecho de Empresa que me lleva a trabajar en un bufete holandés. Al cabo de poco tiempo de mi entrada separó una parte de su negocio, que fue a parar a un bufete con sede en Alemania que abría oficina en España. Desde ese momento mi preferencia profesional me llevó a valorar el trabajo de nicho y especialización en un mercado legal concreto. Vi las ventajas que ofrecía esa situación. Se trataba de ganar ventaja competitiva con otros bufetes o profesionales que tienen clientes de muchas nacionalidades, pero no profundizan en conocer un mercado legal concreto.
Una conversación informal con otro letrado me llevó a un proceso de selección y luego a trabajar durante ocho años en un bufete totalmente orientado a clientes escandinavos, especialmente daneses. Fue apasionante, muy duro y auténticamente exponencial a la hora de adquirir conocimientos.
Tras ese período y con la jubilación del socio principal de dicho bufete, surge la posibilidad de un bufete que coge impulso con un grupo de profesionales inquietos. Ser managing partner (en mi caso co-managing) viene con la organización interna del bufete y la formación, teniendo que compaginarlo con el trabajo día a día con clientes.
Explíquenos la misión y visión de Zafo Law, y cómo se han posicionado como una firma líder en el asesoramiento legal
Siempre decimos internamente que somos un bufete multidisciplinar, pero para un mercado concreto. Nos centramos en el mercado escandinavo, que es el que conocemos, en el que tenemos clientes referenciados, bufetes en esos países que colaboran con nosotros desde hace mucho tiempo y que desde luego da valor añadido al servicio legal que ofrecemos. Tenemos la opinión de que el hecho de conocer los dos lados de la mesa, qué sucede en España y en Escandinavia, o saber de antemano las expectativas de tus clientes que vienen de otro país y de otra mentalidad, tienen que permitirte diferenciar tu servicio y darle valor añadido. Otra cosa es que, luego, circunstancialmente, tienes clientes de otras nacionalidades porque quieren acogerse a esos estándares de servicio que ofreces. Muchas veces llegan temas complejos que han pasado por otros despachos y no han salido bien o el cliente está insatisfecho porque requieren ese expertise, no tanto de técnica jurídica, sino de entender al cliente, lo que quiere y espera de su bufete desde otra mentalidad profesional.
¿Qué motivó a la firma a la que representa a enfocarse específicamente en el mercado escandinavo en España?
Básicamente por la experiencia acumulada por los profesionales que forman parte del bufete y que son nuestro tesoro más preciado. Gente que lleva muchos años trabajando juntos. Combinamos abogados españoles que hablan idiomas escandinavos, abogados y juristas escandinavos o que han trabajado allí, así como profesionales locales que tienen clara vocación de prestar servicios al cliente internacional. Luego llega el proceso interno de conocer el mercado y filosofía. Nuestro bufete es un poco torre de Babel en ese sentido. Esa mezcla a veces nos lleva a esos debates internos que nos enriquecen más.
¿Cuáles son los principales servicios legales que ofrecen a las empresas y particulares escandinavos en España?
Nuestro bufete nació con la clara vocación de ofrecer servicios legales a inversiones y empresas escandinavas establecidas en España o que llegaban a España, especialmente a Barcelona. Así se gestó desde el inicio el departamento de fiscal, societario y laboral. Litigación comercial y civil, establecimiento de sociedades filiales, M&A, operaciones societarias, contratación mercantil fue nuestro día a día en el bufete. Después, en los primeros cinco años, empezaron a incrementar las consultas relacionadas con derecho inmobiliario, derecho sucesorio, fiscalidad privada y todo lo que estaba conectado con este tipo de asuntos. Ya desde 2006 esta demanda nos «obligó» a abrir una oficina en Alicante y en 2013 en Marbella. Nos encontramos asesorando a familias con necesidad de asesoramiento en cuestiones de herencias y fiscalidad, pero llegaron luego consultas de bancos escandinavos que querían operar en España o fondos que estaban interesados en el mercado inmobiliario en España. Puedo decir que el resultado de este camino es que nuestro bufete, como muchos, es camaleónico, en el que nos adaptamos al cliente y sus necesidades, que van desde una familia con una consulta del impuesto de sucesiones, hasta un banco que tiene una operación o una ejecución judicial en España, pasando por una pequeña empresa familiar escandinava o una sociedad cotizada que quiere establecer una filial en España. Somos especialistas en un mercado, el escandinavo, no tanto en un área concreta de trabajo o sector determinado.
¿Cuáles considera que son los principales desafíos que enfrentan las empresas escandinavas al entrar en el mercado español?
Una palabra: burocracia. Sin lugar a duda me atrevo a decir que tanto Dinamarca, como Suecia o Noruega destacan por tener una administración muy dinámica y ágil, tanto la tributaria como la de justicia. Esto choca con la situación que manejamos en España. Por ejemplo, es posible dirigirse en inglés, acceder a contacto directo con tu funcionario tributario (siempre el mismo), así como obtener resoluciones judiciales en la mitad o un tercio de lo que tardamos en España. Por nuestra parte, todos los proyectos que vienen a España o toda litigación que debemos afrontar en nuestro bufete viene precedida de un, vamos a llamarlo, «aterrizaje» de la realidad del terreno. Sin ser catastrofista, debo ser crítico y creo que hay mucho margen de mejora. Si queremos acoger en España inversión extranjera de manera importante, debemos mejorar y de manera rápida. El mercado jurídico-legal escandinavo, así como legislación, están basados en la confianza y el español en la desconfianza, lo que hace participar de muchos filtros que ralentizan las operaciones.
¿Podría compartir algún caso de éxito o una historia destacada de cómo Zafo Law ha asistido a una empresa escandinava en España?
Personalmente relaciono el éxito profesional con la conexión que hay entre la actividad de abogacía y el beneficio que la sociedad puede obtener de nuestra práctica legal. Un ejemplo reciente: nuestro equipo se siente muy orgulloso de haber asesorado a unos laboratorios suecos en una licitación pública. Se trataba de una herramienta clínica muy puntera en su segmento que iba a ayudar en intervenciones de trasplantes y temas de hematología relacionado con dichos trasplantes. Es una herramienta que había sido utilizada puntualmente por la sanidad pública catalana y ahora permite que sea de manera generalizada. Tuve oportunidad de hablar personalmente con algunos de los profesionales de la medicina que utilizan hoy día estos equipos y pudimos compartir la vertiente humana con nuestro equipo legal. En la medicina parece muy evidente esa vertiente humana; en la abogacía en muchas ocasiones, es más difícil de ver, pero la hay. Más allá de la complejidad técnica que tenga el asunto (hubo mucho trabajo en poco tiempo), como reto profesional, eso nos hace felices y sientes la abogacía con orgullo de profesión con esa aportación a la sociedad. Otro caso fue la compra por parte de unos laboratorios suecos de una división de unos laboratorios locales en Barcelona que podían estar abocados a desaparecer por la imposibilidad de mantener soporte financiero y técnico a los proyectos que gestionaban. Hoy el proyecto va viento en popa, siendo un caso de éxito desde la perspectiva que comento. ■