nº 1.016 - 27 de marzo de 2025
La renovación del talento en la abogacía
Fernando J. Biurrun. Consultor Social Media. Fundador Lawandtrends.com
La entrada de nuevos colegiados se está ralentizando progresivamente, de tal manera que los abogados y abogadas menores de 35 años representan solo un 13 %
Tanto los despachos como los Colegios de la Abogacía deberían establecer estrategias para hacer más atractivo el acceso a la profesión
En España, un 10 % de los abogados y abogadas es mayor de 65 años y más de 33 % supera los 55. La media de edad de la abogacía, según datos de 2023, estaba en 53 años en varones y 46 años en mujeres. Por su parte, la renovación de profesionales jurídicos con la entrada de nuevos colegiados se está ralentizando progresivamente, de tal manera que los abogados y abogadas menores de 35 años representan solo un 13 %, por lo que la renovación del talento en nuestra profesión puede verse, de alguna, forma, mermado en las próximas décadas.
No he encontrado datos del abandono en la profesión en España, pero sí como tendencia de la que se produce en EE. UU. Según los datos, el 82 % de los asociados que abandonaron sus bufetes en 2023 lo hicieron en menos de cinco años, lo que tiene un impacto devastador en la rentabilidad y la moral de las firmas. Además, el abandono se da más entre mujeres que entre hombres. Sí tenemos el dato que proporcionaba el Instituto de Salud Mental de la Abogacía (ISMA) hace unos años: un 30 % de los abogados declaraba que no ejercería la misma profesión si pudiese volver a elegir.
¿Ha dejado de ser atractiva la abogacía? ¿está la profesión en riesgo? Porque a todo esto hay que añadir la abrumadora información que se está publicando es estos últimos años sobre el impacto de la inteligencia artificial en sector jurídico que, si bien puede ser un motor de rentabilidad y mejora de procesos para los despachos, al mismo tiempo transmite una desmotivación más para acceder a una profesión en la que hay que competir con «maquinas».
Tanto los despachos como los Colegios de la Abogacía deberían establecer estrategias para hacer más atractivo el acceso a la profesión y transmitir a los jóvenes que la abogacía es una profesión con un desarrollo profesional y personal interesante.
Para abordar estos desafíos, los despachos de abogados deben priorizar el desarrollo del talento mediante inversiones sostenidas de tiempo y recursos. Adoptar una cultura de aprendizaje permanente es crucial para garantizar que los abogados adquieran habilidades actualizadas a medida que avanza la tecnología y evoluciona la práctica legal. Además, es importante integrar a los talentos jóvenes en la toma de decisiones comerciales, como la negociación de contratos y la revisión de facturas, fomentando así una mentalidad de propiedad y perspicacia empresarial.
Los modelos de compensación deben recompensar a los socios por el tiempo dedicado a la formación y enviar un mensaje claro a los asociados de que su desarrollo es una prioridad.
Las firmas legales deben implementar estrategias claras y transparentes para el avance profesional. Solo el 15 % de los asociados alcanzan el nivel de socio en grandes firmas, un porcentaje que puede ser aún menor en despachos medianos y pequeños. Esta falta de perspectivas de crecimiento incita a los jóvenes talentos a abandonar sus despachos. Para contrarrestar esto, las firmas deben establecer trayectorias profesionales claras con hitos definidos, diseñar programas de capacitación efectivos y ofrecer vías alternativas para retener talento valioso,
Por su parte, los Colegios de la Abogacía deberían establecer estrategias de comunicación dirigidas a los estudiantes de derecho, transmitiendo los valores y expectativas de la profesión y facilitando los nuevos colegiados nuevas herramientas que permitan mejorar su desarrollo profesional. ■